sábado, 31 de diciembre de 2011

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Casi todos en estas fechas nos deseamos un ¡FELIZ AÑO NUEVO! Antes de esto yo creo que es bueno dar gracias por todo lo recibido en el año que se acaba.
En primer lugar por haber tenido la dicha de vivirlo, con sus alegrías y sus penas, pero hemos vivido todos sus días. A lo largo del año, es muy probable que nuestras familias hayan aumentado con nuevos miembros, aunque también es posible que algunos nos hayan dejado. Es bueno recordar a todos en estos momentos.

También es tiempo de hacer balance y, en nuestro caso, el saldo es deudor hacia el Señor porque han sido tantas las Gracias que hemos recibido en este último año... De algunas de ellas os he hecho partícipes a través de este blog, de otras no puedo por pertenecer al ámbito de lo privado y algunas, muchas, no caben en este pequeño espacio o, simplemente, no las recuerdo ahora.

Para nosotros este año que se va empezó un poco antes con la alegre noticia del reconocimiento como nuevo Instituto Religioso de Vida Consagrada de Derecho Pontificio a Iesu Communio. Esto sucedía el 8 de diciembre de 2010, pero como la celebración solemne fue el 12 de febrero de 2011 en la Catedral de Burgos, lo contamos como parte de este año.

La Nochevieja anterior no la pasamos aquí, sino en Medjugorje. Ahora que ha pasado un año vienen a nuestra mente los recuerdos de aquellos cinco días. Fue un viaje estupendo, un reducido grupo de amigos entre aviones y furgonetas de alquiler. Pasamos frío, mucho frío, pero mereció la pena. Un auténtico regalo de la Madre para toda nuestra familia.

En marzo nuestra hija Rut daba el paso al Noviciado en Iesu Communio. Después de algo más de un año como postulante comenzaba su iniciación a la vida consagrada. Una bendición de Dios, sin duda, para ella y para toda nuestra casa.

A primeros de mayo era la beatificación del Papa Juan Pablo II y nos embarcamos (nunca mejor dicho) en una aventura poco apta para nuestras edades para estar presentes en la Plaza de San Pedro en tan importante acontecimiento para la Iglesia. De nuevo un pequeño grupo de amigos en furgonetas de alquiler y ferry. Con la gozosa compañía del obispo de San Sebastián durante la travesía por el Mediterráneo. Fueron tres días de hacer kilómetros, sin apenas dormir, pero mereció la pena. Un grandísimo regalo de Dios, poder vivirlo en directo y en comunión con toda la Iglesia.

En agosto volvimos a viajar a Medjugorje, de este viaje ya os he contado bastantes cosas en otros post. Y a la vuelta, la JMJ. El Papa venía a casa. ¡Cuánto bien ha hecho esta JMJ! Tuvimos el privilegio de ser voluntarios, perdiendo tiempo, horas de sueño y hasta algún dinerillo por el buen fin de este evento. Fué mucho más lo que recibimos que lo que perdimos.

En Octubre, de nuevo a Roma. Esta vez para acompañar a la Madre Verónica al Vaticano. Un viaje relámpago en el que compartir mucho con otros padres y familiares de las Hermanas. Toda una dicha de comunión eclesial, de comunión en Jesús.

Y entretanto, miles de bendiciones, siempre a través de la Iglesia. Y es en la Iglesia donde crecemos, afirmando nuestra fe sobre la roca que es Cristo. Porque este año nos ha enseñado la grandeza de esa Iglesia, con sus múltiples carismas, que está viva, que el Espíritu Santo sigue soplando fuerte en medio de ella. Que la mano del Creador no se ha secado y su corazón sigue irradiando Amor sin parar, que cada vez que caemos su Hijo está dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre para levantarnos. Y todo GRATIS, sin merecerlo.

Desde luego que ha sido un año muy feliz, estoy convencido de que el próximo será mucho mejor, porque Dios es fiel y "no abandona la obra de su mano" hasta "terminar lo comenzado".

Por eso también os deseo un ¡FELIZ AÑO NUEVO!

Que Dios os bendiga y la Virgen os abrace.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

YO SOY POVEDA



Hoy es el día de los Santos Inocentes. Esta mañana, a las 9,00 h. la policía ha detenido de forma violenta a un inocente que quiere ser santo.

El motivo no es otro que ejercer su derecho a la libertad de manifestación y de expresión. Lo que molesta es que en ese ejercicio pone de manifiesto su ideario cristiano, católico para más señas, en defensa de la Vida, de la Vida humana desde el momento de la concepción hasta el de la muerte natural.

Este inocente tiene la desgracia de no ser cualquier "perroflauta", ni indignado, ni cualquier otra especie de cantamañanas. Es Médico-Terapeuta de reconocido prestigio. Ejerce como profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, en la Facultad de Medicina y más concretamente en el Departamento de Psiquiatría.
También es presidente de la Fundación Vida (ver enlace) y promotor de Los Rescatadores.

Además es autor y coautor de varios libros, entre ellos "Con la Vida en los talones".
Su nombre es D. Jesús Poveda de Agustín, el Doctor Poveda. Tenemos varios amigos comunes y recientemente hemos coincidido varias veces. No he tenido el placer de hablar nunca con él personalmente, pero sé que su mayor deseo es la santidad. Hoy no he podido acudir al lugar en el que ha sido detenido por motivos laborales, pero estaba allí en comunión con él y el resto de personas que allí estaban.

Os pongo el vídeo en el que se aprecia claramente la desmesurada actuación policial, sobre todo si comparamos con las imágenes que hemos visto este año de otros manifestados. Un policía le agarra de la capucha y otro le zancadillea para tirarle al suelo mientras dicen: "engrilleta, engrilleta".
Siento que una parte de mí está "engrilletada" contra esa acera, por eso digo que:
YO SOY POVEDA
La noticia aparece publicada hoy en la edición digital de La Gaceta (ver noticia).

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Este post es para desearos a todos FELIZ NAVIDAD.
La imagen corresponde a la tarjeta con la que nos ha felicitado nuestra hija Rut.
Representa las manos del Padre, en las que nace el Hijo, de la Virgen María.
Hay muchos detalles en la imagen que me encantan. En primer lugar el texto: "En comunión, hágase tu voluntad". Es ahí donde es posible hacer la voluntad del Padre, en comunión, en la comunión de Jesús, en la comunión en Jesús. Porque la voluntad de Dios es que "todos seamos uno".
El color azul de toda la tarjeta es el color de María. También es el color que domina el hábito de las Iesu Communio, como el cielo.
María da a luz a su Hijo en las manos del Padre y toda la luz viene del niño.
Solamente San José aparece con los pies en el suelo, apoyado en las manos del Padre, custodiando la entrada, mirando al Hijo y con la mano apoyada en su pecho.
Pero lo que más me gusta es el texto que, por detrás, nos escribe nuestra hija. A continuación os pongo algunas ideas sacadas del mismo:

Nosotros también somos parte de esta imagen, pues estamos en sus manos y Él quiere nacer en nosotros, en realidad ya está naciendo. El momento es un "ya sí, pero todavía no". Está en las entrañas de la Virgen y, a la vez, aún está por nacer.
Al igual que a cada uno de nosotros, Él nos quiere "habitados", no vacíos.

Mi deseo para todos vosotros es que dejemos que Jesús venga a nosotros, en nuestro ser, en nuestras particulares debilidades, en nuestra manera de pensar, de querer, de sentir, de escuchar, de mirar, de acoger, de hacer las cosas.
Es ahí donde Él quiere nacer...

martes, 13 de diciembre de 2011

Estad siempre alegres

El pasado domingo celebramos el domingo "GAUDETE". Este domingo se llama así por la primera palabra del introito de la misa "GAUDETE", es decir: ALEGRAOS.

Toda la liturgia de la Palabra del pasado domingo nos habla de la cercanía ya de la venida del Señor. Este es el motivo por el que se nos invita a la alegría. Sobre todo la segunda lectura de la 1ª Epístola a los Tesalonicenses lo decía de manera muy explícita: "Estad siempre alegres".

Ante este imperativo del apóstol de los gentiles ¿cuál es nuestra respuesta? Desde luego que no es la obediencia ciega a tal mandato y para constatarlo sólo hace falta mirarnos en el espejo, para no señalar a nadie.

¡Qué difícil es lo que manda San Pablo! "siempre alegres". Pero... ¿siempre, siempre? Dicen los santos que un cristiano triste es un triste cristiano. A todos nos resulta fácil exponer los motivos y las causas de nuestra tristeza, algunos muy fundamentados. Es complicado estar siempre alegres si sólo nos miramos a nosotros mismos y nuestros problemas y dificultades. Apoyados sólo en nuestras fuerzas podemos muy poco o casi nada.

La carta a los Tesalonicenses nos da una primera ayuda, imprescindible: Sed constantes en orar. Y ¿cómo se mide esa constancia en la oración? Para ello he acudido al diccionario que, a falta de otra iluminación, suele dar buenas respuestas. La definición hace relación a la perseverancia y también habla de una duración permanente y de mantener la gracia hasta el final. Y si perseveramos en la oración ¿desaparecen esos problemas y las dificultades que nos llevan a la tristeza? Pues, posiblemente no; pero se ven desde otra perspectiva distinta porque el trato directo con el Padre te enseña que todo está bien hecho aunque no esté  hecho como a ti te gustaría. Que nada ocurre por casualidad y que Dios hasta de un mal aparente puede sacar un bien. ¿Cuánto tiempo debemos orar? constantemente nos dice San Pablo.

La segunda ayuda que nos da el apóstol es: En toda ocasión tened la Acción de Gracias. Esta es la definición de la Eucaristía: Acción de Gracias. No es suficiente con la oración, es necesaria también la Eucaristía. ¿Con qué frecuencia? pues San Pablo lo dice también muy claro: en toda ocasión. Porque es imposible que la presencia real de Él dentro de nosotros no nos transforme por completo. Si realmente creemos esto y lo practicamos resulta más fácil la alegría.

Ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para cada uno de vosotros. No se acaban aquí las facilidades que el Señor nos da para llegar a esa alegría. También nos ha dejado a una mediadora extraordinaria que es nuestra Madre, la Virgen María. De ella decimos en las letanías lauretanas del Santo Rosario que es causa de nuestra alegría.
Que ella nos ayude a perseverar en la oración y acudir a la Eucaristía en toda ocasión.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las respuestas de Dios.

¿Por qué Dios no nos concede las cosas buenas que le pedimos?
Seguramente que os habéis planteado alguna vez esta pregunta y habréis tenido respuestas de todo tipo:

  • porque no nos conviene.
  • porque realmente no es tan bueno como pensamos.
  • porque Dios no es el genio de la lámpara maravillosa.
  • porque no lo pedimos con fe.
  • porque no lo pedimos lo suficiente.
  • etc.
Hace poco he escuchado la siguiente respuesta a esta pregunta: Dios nunca dice no a nada. Cuando le pedimos algo sólo tiene tres respuestas:

  • Si.
  • Todavía no.
  • Tengo algo mejor para ti.
A mí, personalmente, me gusta esta respuesta. Tal vez deberíamos tener la inocencia de los niños al pedir...

sábado, 26 de noviembre de 2011

Centenario

Cuando en el mes de enero comencé a publicar cosas en este blog no podía imaginar el seguimiento que iba a tener.
En todo este tiempo os he acercado aquellas cosas que me ayudan en mi "Carrera hacia Cristo".
Hay mucha gente a la que dar las gracias por muchos y variados motivos.
En primer lugar gracias a Dios que es el que hace posible que, de tarde en tarde, me siga asomando al teclado para contaros historias. En la mayoría de ellas -por no decir en todas- el protagonista es Él.
Gracias también a mi familia, primeros y principales lectores de este blog. Y también protagonistas de muchos de los post publicados.
Gracias a los que de alguna manera habéis aparecido entre las líneas de esta página. También gracias a los que sin aparecer estáis presentes de otra forma.

Este es el post número 100. Espero escribir pronto el 101 y llegar hasta los 1000, si Dios quiere.

Gracias a ti, que dedicas un poco de tu tiempo a leer estas líneas.
GRACIAS.

viernes, 25 de noviembre de 2011

La transmisión de la fe en familia

Cuando bautizamos a nuestros hijos de pequeños adquirimos la obligación de educarlos en la fe de la Iglesia. Todos respondemos de forma afirmativa cuando el sacerdote nos pregunta si sabemos a lo que nos obligamos en ese momento.
Hace ya unos doce años que bautizamos a la menor de nuestras hijas y más de veintidós han transcurrido desde el bautizo de la mayor. En todos estos años nadie me ha entregado ningún manual explicando cómo transmitir la fe a mis hijas, pero sí que la Iglesia me ha ayudado mucho enseñándome lo que contribuye y lo que entorpece esta labor. Por eso es muy importante permanecer en la Iglesia, frecuentar los sacramentos, la oración individual y en familia, la lectura de la Palabra de Dios. Sin esta ayuda resulta muy difícil ser consecuente con lo que se quiere transmitir y es que nuestros hijos no quieren oír sermones cargados de razones y argumentos muy elaborados, necesitan que todo eso vaya acompañado de la correspondiente puesta en práctica en nuestra vida y esto último es imposible sin la Iglesia.
Hay momentos en el día que son los más apropiados para esta transmisión de la fe, por ejemplo el momento de la comida. Comenzar nuestras comidas bendiciendo al Señor por los dones recibidos, aprovechar ese momento para hablar con nuestros hijos y preguntarles por sus inquietudes y problemas. Esta buena costumbre se está perdiendo porque cada vez son menos los momentos en que la familia se reúne alrededor de la mesa, pero hay que aprovechar esos pocos momentos, sobre todo los fines de semana.
Otro momento es el de la oración nocturna antes de irse a dormir. Es importante acompañar a nuestros hijos en esa oración y darles una bendición cada noche.
En el Camino Neocatecumenal nos enseñan a rezar con nuestros hijos todos los domingos la oración de Laudes y aprovechar ese momento para dar una breve catequesis o hablar de los acontecimientos ocurridos durante la semana, siempre a la luz de la Palabra de Dios.

En nuestro caso, este momento ha ido evolucionando con el paso del tiempo. Esa "breve" catequesis que dábamos los padres ha ido convirtiéndose en un diálogo en el que ha fluido la fe compartida y vivida por cada uno de nosotros. Ya no es una trasmisión de padres a hijos sino una transmisión en familia.
Últimamente somos los padres los que recibimos cada semana muchísimo de nuestras hijas, compartiendo sus experiencias de fe, sus vivencias, su VIDA. Enseñándonos la importancia de la Adoración o de la confesión mensual, pero no como algo aprendido solamente, sino como algo que viven y les da la vida.
La última experiencia ha sido a través de una carta de nuestra hija Rut, novicia en Iesu Communio, en esa breve epístola nos habla del amor gratuito de Dios y de lo importante que es la donación sin esperar nada a cambio. No voy a reproducir la carta por razones obvias, pero os dejo una frase, nada más: "Él siempre me ama y no siempre es correspondido; y yo siempre soy amada, pero no siempre le prefiero. Soy correspondida sin dar nada a cambio..."

La transmisión de la fe, creo, funciona así como las correas de distribución en los vehículos. Todos los engranajes se mueven, los más grandes van más lentos y los más pequeños giran más rápidos. El motor es el  Espíritu Santo que hace girar la correa de la fe.

martes, 22 de noviembre de 2011

Preparación al matrimonio

Os pongo un vídeo que representa todo un curso de preparación al matrimonio.

lunes, 21 de noviembre de 2011

La Presentación de la Santísima Virgen

En este día, en que se recuerda la dedicación, el año 543, de la iglesia de Santa María la Nueva, construida cerca del templo de Jerusalén. celebramos, junto con los cristianos de la Iglesia oriental, la "dedicación" que María hizo de sí misma a Dios, ya desde su infancia, movida por el Espíritu Santo, de cuya gracia estaba llena desde su concepción inmaculada.


Oficio de Lectura, 21 de Noviembre
La Presentación de la Santísima Virgen
Dio fe al mensaje divino y concibió por su fe
De los sermones de san Agustín, obispo (Sermón 25, 7-8: PL 46, 937-938)


Os pido que atendáis a lo que dijo Cristo, el Señor, extendiendo la mano sobre sus discípulos: Éstos son mi madre y mis hermanos. el que cumple la voluntad de mi Padre, que me ha enviado, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. ¿Por ventura no cumplió la voluntad del Padre la Virgen María, ella, que dio fe al mensaje divino, que concibió por su fe, que fue elegida para que de ella naciera entre los hombres el que había de ser nuestra salvación, que fue creada por Cristo antes que Cristo fuera creado en ella?

Ciertamente, cumplió santa María, con toda perfección, la voluntad del Padre y, por esto, es más importante su condición de discípula de Cristo que la de madre de Cristo, es más dichosa por ser discípula de Cristo que por ser madre de Cristo. Por esto, María fue bienaventurada, porque, antes de dar a luz a su maestro, lo llevó en su seno.

Mira si no es tal como digo. Pasando el Señor, seguido de las multitudes y realizando milagros, dijo una mujer: Dichoso el vientre que te llevó. Y el Señor, para enseñarnos que no hay que buscar la felicidad en las realidades de orden material, ¿qué es lo que respondió?: Mejor, dichosos los que escuchan la palabra de Dios y la cumplen. De ahí que María es dichosa también porque escuchó la palabra de Dios y la cumplió; llevó en su seno el cuerpo de Cristo, pero más aún guardó en su mente la verdad de Cristo. Cristo es la verdad, Cristo tuvo un cuerpo: en la mente de María estuvo Cristo, la verdad; en su seno estuvo Cristo hecho carne, un cuerpo. Y es más importante lo que está en la mente que lo que lleva en el seno.


María fue santa, María fue dichosa, pero más importante es la Iglesia que la misma Virgen María. ¿En qué sentido? En cuanto que María es parte de la Iglesia, un miembro santo, un miembro excelente, un miembro supereminente, pero un miembro de la totalidad del cuerpo. Ella es parte de la totalidad del cuerpo, y el cuerpo entero es más que uno de sus miembros. La cabeza de este cuerpo es el Señor, y el Cristo total lo constituyen la cabeza y el cuerpo. ¿Qué más diremos? Tenemos, en el cuerpo de la Iglesia, una cabeza divina, tenemos al mismo Dios por cabeza.

Por tanto, amadísimos hermanos, atended a vosotros mismos: también vosotros sois miembros de Cristo, cuerpo de Cristo. Así lo afirma el Señor, de manera equivalente, cuando dice: Estos son mi madre y mis hermanos. ¿Cómo seréis madre de Cristo? El que escucha y cumple la voluntad de mi Padre del cielo, ése es mi hermano, y mi hermana, y mi madre. Podemos entender lo que significa aquí el calificativo que nos da Cristo de "hermanos" y "hermanas": la herencia celestial es única, y, por tanto, Cristo, que siendo único no quiso estar solo, quiso que fuéramos herederos del Padre y coherederos suyos.

Oración
Te rogamos, Señor, que a cuantos hoy honramos la gloriosa memoria de la santísima Virgen María, nos concedas, por su intercesión, participar, como ella, de la plenitud de tu gracia. Por nuestro Señor Jesucristo.

lunes, 14 de noviembre de 2011

Fin de semana "romántico"

Hemos pasado este fin de semana en una finca de la provincia de Guadalajara, rodeados de encinas, junto con otros matrimonios y amigos. Ha habido "niñeras" para los niños. Cena romántica a la luz de las velas, música de vals para bailar. Momentos de intimidad para hablar de lo mucho que nos queremos. Paseos contemplando los lindos paisajes y la fauna del entorno. Lejos del mundanal ruido.
Contado así, podría ser un anuncio de agencia de viajes bastante tentador. Nada de lo anterior es falso, todo es verdad, pero no ha sido eso: ¡Ha sido mucho mejor que todo eso!

Cuando hace unas semanas nos propusieron acudir a un "Encuentro Guadalupano" nos apuntamos sin pensarlo dos veces. Nos habían hablado de ellos y nos parecía interesante. Intentamos vaciar nuestra mente de estereotipos previos y acudimos a dejarnos sorprender. Es posible que este punto de partida, como en tantas cosas, sea fundamental.
Han sido dos días intensos, cargados de Gracia de Dios para todos los asistentes. Algunas de esas "gracias" ya empiezan a fructificar y otras, seguro, lo irán haciendo con el paso del tiempo.
El tema central ha sido la "Vocación al Amor". No quiero entrar en detalles sobre los distintos contenidos de las charlas que tan maravillosamente nos han dado las Hermanas Guadalupanas. Solamente incidiré en lo que, a mi juicio, ha sido esencial durante todo el encuentro: la presencia real de Cristo en medio de nosotros.
Comenzamos el encuentro con una adoración al Santísimo Sacramento que ha presidido, en la capilla, casi todas las horas. Hemos celebrado la Eucaristía el sábado y el domingo. Hemos rezado juntos, en familia o solos. Hemos leído la Palabra de Dios. Hemos compartido experiencias. Hemos jugado con nuestros hijos y nos hemos divertido.
También ha habido momentos románticos especiales para los matrimonios y otros momentos -no menos especiales- para aquellos que se sienten llamados al matrimonio.

Ha sido estupenda la "cita romántica" a las tres de la madrugada, en la capilla, mi mujer y yo solos con Él. Una hora de silencio, escuchándole sólo a Él, solos los dos con Él. Fue tan maravilloso que repetimos la segunda noche.
¡Cuánto se aprende una hora ante el Señor! En el silencio, cogidos de la mano y mirándole a Él. Viendo nuestra pequeñez, que sin él no somos nada y que todo lo que somos es gracias a Él.

En este tiempo en que surgen tantos problemas en los matrimonios: separaciones, divorcios, familias desestructuradas... Tanto sufrimiento... Creo que hemos perdido de vista lo esencial del sacramento que hemos recibido, el Amor. Para que podamos amarnos hay que dejar que Él que es Amor habite en medio de nuestra unión.
La Iglesia nos enseña cómo vivir la sexualidad en el matrimonio y nos habla de que todo acto sexual debe ser "unitivo" y "creativo". No creo corregir al Magisterio de la Iglesia si me atrevo a decir que no sólo los actos sexuales, sino que todo acto realizado en el matrimonio debe tener su aspecto unitivo y su aspecto creativo. ¿Qué quiero decir? Que en el matrimonio tenemos que aprender a hacer las cosas juntos, unidos, en comunión. Desde los más pequeños detalles: pasear, ir de compras, ver una película, tomar un café, ver el partido de fútbol, hacer la comida o cambiar pañales. ¿Y esto es creativo? Por supuesto que sí, creativo en el sentido de que engendra nueva vida en cada uno de los cónyuges, porque existe la donación, es decir, tienes que perder un poco de ti para acompañar a tu mujer de compras o ella tiene que perder un poco de sí  para sentarse a ver el partido contigo.
Estoy convencido de que esta forma de vida facilita también vivir la sexualidad bajo esos dos aspectos: unitivo y creativo. No creo que sea fácil, ni mucho menos, pero a nosotros estas dos "citas románticas" a las 3,00 AM nos han ayudado bastante.
El domingo, durante la Eucaristía hemos renovado las promesas matrimoniales, con las manos entrelazadas sosteniendo un crucifijo y un rosario. ¡Qué importante es esto! Tener siempre presente que Cristo ha vencido a la muerte, que ha pagado ya por nuestras culpas, que todos nuestros pecados están perdonados en la cruz y que no se ha quedado ahí, sino que Dios lo ha resucitado, que la muerte ha sido vencida.
Y la Virgen María, siempre atenta a nuestras necesidades. Auténtica Madre que nos cuida y nos protege.

lunes, 7 de noviembre de 2011

Luz del mundo

Uno de los mandatos evangélicos de Jesús es que seamos sal de la tierra y luz del mundo.
Quiero meditar sobre la segunda parte de este mandado: "Ser luz del mundo". Para ello quiero utilizar la imagen de una antorcha.
La luz en esta antorcha proviene de la llama ardiente. Lo que alimenta esa llama ardiente es el aceite del que impregnamos la antorcha que terminará quemada y consumida para conseguir su finalidad que no es otra que alumbrar en la oscuridad.

Personalmente, creo que, como seguidores de Cristo, nuestra parte en esta misión que Jesús nos manda en el evangelio, consiste en ser la antorcha. Antorcha que tiene que empaparse de aceite. Aceite que no es otra cosa que el Espíritu Santo. Cuánto más aceite, más alumbrara la llama y más tiempo permanecerá encendida. Cuánto más aceite, mejor resistirá los vientos contrarios, incluso las inoportunas lluvias.

La antorcha debe dejarse empapar por el aceite y que este penetre hasta lo más profundo de su ser. Debe estar pronta para ser encendida por el fuego. Este fuego no es otra cosa que el Amor de Dios, el mismo Cristo resucitado. Sin haber absorbido previamente el aceite es imposible ser incendiada por el fuego.

Y este fuego tiene que quemar hasta ir consumiendo el propio ser de la antorcha. Consumirse para alumbrar, para iluminar la oscuridad.

jueves, 3 de noviembre de 2011

Tíos con suerte

Acaba de editarse el nuevo libro de Jesús García (Suso). Esta vez no se trata de un trabajo de investigación como en su primer éxito Medjugorje, ni de un libro de entrevistas como el reciente ¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?
En esta ocasión ha dejado, un poco, su faceta periodística para sacar a la luz sus facultades como narrador, que ya habíamos vislumbrado en las anteriores publicaciones.
Tíos con suerte es el titulo de su primera novela, que sale a la luz de la mano de Cobel Ediciones. Son poco más de 300 páginas que os engancharán desde la primera línea.
Suso se define como un contador de historias. De historias humanas, de vidas humanas, con sus bellezas y sus miserias, pero vidas. Esto es lo que impregna cada página de este libro, vida y ganas de vivir. En esta ocasión la historia nace en su mente, pero no por ello le falta realismo. Es un libro de lectura dinámica y entre sus líneas siempre deja resquicios para poder entrar a ser parte del argumento.
Aquí podéis enlazar a la página de la editorial para pedirlo. También lo encontraréis en las librerías habituales. Os recomiendo que lo compréis, lo leáis y lo regaléis.
Os dejo una pequeña reseña de la historia.
Jesús, un joven madrileño que busca su lugar en el mundo de hoy, decide "evadirse" durante sus vacaciones como voluntario en una casa de rehabilitación para toxicómanos. Allí descubrirá vidas rotas que se reconstruyen, almas grandes que han sufrido mucho y grandes historias que le harán ver la vida desde otro ángulo. Todo ello en medio de una convivencia muchas veces complicada...

lunes, 31 de octubre de 2011

Romper la "barrera del sonido" de la finitud.

En esta víspera de la festividad de todos los Santos me ha parecido oportuno recordar el tema de los "novísimos". Gracias a la homilía que escuché ayer al sacerdote que presidió la Eucaristía a la que asistí, he acudido a una de las preguntas, y su respuesta, del libro "Luz del Mundo" del Papa Benedicto XVI (Una conversación con Peter Seewald).
En su discurso de Lisboa declaró usted que una tarea primordial de la Iglesia consiste en hacer a los hombres capaces de "mirar más allá de las cosas penúltimas y ponerse a la búsqueda de las últimas". La doctrina de las "cosas últimas", de los "novísimos", es un contenido central de la fe. Ella trata temas como el infierno, el purgatorio, el anticristo, la persecución de la Iglesia en el tiempo final, la segunda venida de Cristo y el juicio final. ¿por qué reina en el anuncio un silencio tan llamativo sobre los temas escatológicos, que, a diferencia de ciertos tópicos internos constantes de la Iglesia, son realmente de índole existencial e incumben a todo el mundo?

Ésa es una cuestión muy seria. Nuestra predicación, nuestro anuncio está orientado realmente de forma unilateral hacia la plasmación de un mundo mejor, mientras que el mundo realmente mejor casi no se menciona ya. Aquí tenemos que hacer un examen de conciencia. Por supuesto, se intenta salir al encuentro de los oyentes, decirles aquello que se halla dentro de su horizonte. Pero nuestra tarea es al mismo tiempo abrir ese horizonte, ampliarlo y mirar hacia lo último.
Estas cosas son arduas para los hombres de hoy. Les parecen irreales. En lugar de ellas quisieran respuestas concretas para el ahora, para las vicisitudes de la vida cotidiana. Pero tales respuestas siguen siendo incompletas si no permiten sentir y reconocer también por dentro que yo voy más allá de esta vida material, que existe el juicio, que existen la gracia y la eternidad. En ese sentido debemos encontrar también palabras y modalidades nuevas para hacer posible al hombre romper la "barrera del sonido" de la finitud.

sábado, 22 de octubre de 2011

Madre Verónica y Benedicto XVI

Ante las noticias aparecidas durante la última semana sobre el abrazo de Madre Verónica a Benedicto XVI, es bueno tirar de archivo fotográfico y hemeroteca para refrescar algunas memorias y evitar los comentarios precipitados y los juicios temerarios.

La primera vez que Madre Verónica estuvo con Benedicto XVI fue en abril de 2.010, en una audiencia en la Plaza de San Pedro.
En aquel momento Madre Verónica también tuvo un gesto espontáneo, de los que no se ensayan, sino que sale de lo más íntimo del ser. Madre Verónica se postró ante los pies del sucesor de Pedro y le besó los pies.
Esta imagen y este gesto no tuvieron la publicidad ni el derramamiento de tinta que ha tenido el reciente abrazo, sin embargo, es una preciosa fotografía que muestra muy bien el auténtico carisma de esta mujer y del nuevo Instituto Religioso.
Entonces eran aún Clarisas y el Vaticano estaba estudiando toda la documentación que habían presentado, a solicitud del Cardenal Rodé, para estudiar su nueva forma de vida.

En aquella misma audiencia Madre Verónica también saludó a Benedicto XVI con el clásico beso en el anillo del pescador.
En todo momento estuvo acompañada de su arzobispo, Don Francisco Gil Hellín, tal como se observa en las imágenes.
Todas estás imágenes son propiedad del archivo fotográfico vaticano y son públicas y pueden consultarse sin ningún coste en la página web www.photovat.com. No es complicado tener acceso a ellas.
Por todo ello, no es comprensible que escritores y periodistas llamados católicos intenten ensuciar el nombre de esta nueva congregación sin haberse informado previamente.

En el reciente encuentro del Papa con jóvenes religiosas en el Monasterio de El Escorial también hay una imagen muy representativa de la verdadera identidad de Iesu Communio. Se trata de la postración (otra vez) de la Hermana Getsemaní (novicia de Iesu Communio) a los pies del Santo Padre. Esta imagen tampoco ha aparecido en muchos medios de comunicación ni ha sido fuente de ningún tipo de comentario, pero creo que también es preciosa y muy esclarecedora.
Debo aclarar que la Hermana Getsemaní resultó elegida para ocupar este lugar como podría haberlo sido cualquier otra Hermana. Madre Verónica quiso acudir a aquel acto como una más, mezclada con sus Hijas, sin tener un lugar preferente. Por este motivo cedió el puesto que le habían adjudicado a ella para que lo ocupase una Hermana en representación de toda la Comunidad.
Una vez más la fotografía pertenece al archivo del Vaticano.
Por último está la reciente imagen del famoso abrazo de Madre Verónica al Papa Benedicto XVI el pasado sábado 15 de octubre de 2011.
Creo que ha quedado claro que no era la primera vez que se veían, como algunos han insistido en publicar en algunos medios.
Tuve el privilegio, como dije en mi anterior post, de estar allí presente y a nadie nos escandalizó el abrazo. El aplauso fue unánime de los más de ocho mil presentes en el aula Pablo VI.
El Centro de Televisión Vaticana (CTV) tiene colgado en su página web un vídeo del encuentro en el que puede verse la secuencia del abrazo. Es muy fácil leer en los labios la conversación que mantiene Madre Verónica con el Papa:
-¿Puedo darle un abrazo, Padre?
-¡Cómo no!

Personalmente me siento parte de ese abrazo. Yo también desee abrazar al Santo Padre en aquel momento. No pude hacerlo, pero sentí que los brazos de Madre Verónica eran los míos y que era yo quien besaba al sucesor de Pedro.

lunes, 17 de octubre de 2011

Testimonio de Madre Verónica en el Vaticano

Tuvimos el inmenso privilegio de estar allí, por pura Gracia de Dios. En otro post os contaré algunas cosillas. De momento, os invito a escucharla a ella.

domingo, 9 de octubre de 2011

Revestirse con el traje de bodas.

¿Cuál es el traje de bodas del cual habla el Evangelio? Ciertamente que este traje es una cosa que sólo la poseen los buenos, los que han de participar del festín. ¿Serán los sacramentos? ¿El bautismo? Sin el bautismo nadie llega a Dios, pero algunos reciben el bautismo y no llegan a Dios. ¿Es el altar o lo que se recibe del altar? Pero recibiendo el Cuerpo de Cristo algunos comen y beben su propia condenación. ¿El ayuno? Los malos también ayunan. ¿El frecuentar la iglesia? Los malos van a la iglesia como los demás.
El apóstol Pablo nos dice: El fin de los mandamientos es la caridad que procede de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera. Éste es el traje de bodas. No se trata de un amor cualquiera, porque a menudo se ve a hombres deshonestos amar a otros, pero no está en ellos esta caridad que nace de un corazón limpio, de una conciencia recta y de una fe sincera. Ya podría yo hablar las lenguas de los hombres y de los ángeles... si no tengo amor no soy nada. ¡Cuántos bienes son inútiles si falta un solo bien! Si no tengo amor, de nada me serviría que distribuyera todos mis bienes y confesara a Cristo hasta derramar la sangre por Él. Si me falta el amor, no sirve para nada. Éste es el traje de bodas.
San Agustín

jueves, 6 de octubre de 2011

Presentación del libro "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?"

Esta tarde, a las ocho, Jesús García presenta su libro "¿Qué hace una chica como tú en un sitio como éste?", será en el Colegio Fundación Caldeiro de Madrid. Os adelanto diez preguntas y sus respuestas que podéis leer en este libro:

¿Qué es la comunión?
La comunión es el Señor dentro de ti. El mayor gesto de amor que el Señor tiene para con nosotros. Es el sentimiento de sentirte amada hecho carne. Es hacer tangible por la fe el sentimiento de amor.

¿Qué tiene de especial el Señor?
Que es amor. La experiencia de Dios es el amor. Yo antes no sabía lo que era el amor. Yo vivía el amor de mis padres, de mis hermanos y de mis amigos, pero todo el amor que te pueda dar un ser humano nunca será perfecto, como ansía tu corazón. El Señor te da un amor perfecto.

¿Rezabas o simplemente estabas?
Me sentaba frente al Sagrario y, sencillamente, estaba allí. Yo estaba callada; estaba con Él. Me parecía que Él me había estado esperando todo el día, que por eso estaba ahí, en la Eucaristía.

¿Qué es experimentar a Cristo?
Yo lo que sentí fue todo su amor. Es decir, yo me sentí amada totalmente, absolutamente amada por Cristo, que es el amor absoluto. Sentí que un amor absoluto me llenaba... Interpreté que tenía que vivir de este amor, en el que todo lo demás sobra, debía dejarme hacer. Cuando me sentí totalmente amada por Cristo, todo cambió.

¿De dónde sacáis las fuerzas?
De la oración. Sin la oración no tendríamos la fuerza para la acción según Dios quiere.

¿Qué es la Eucaristía?
Un encuentro con Cristo, personal, único. Una conversión a Él. Es Cristo que me invita a una entrega total, partiendo de su total entrega. Es la mayor experiencia de amor que puede vivir un hombre y te compromete a eso, a amar totalmente. Es Cristo que se hace asequible a tu cuerpo para vivir la intimidad más íntima que se puede dar: la Comunión.

Y con Jesús, ¿se puede hablar?
¡Por supuesto! En el Sagrario ocurre algo mejor que ante una imagen. Ahí delante no tenemos una imagen suya, sino que es Él mismo el que está ahí. Es curioso, porque en la Eucaristía, sin tener su imagen, sin verle representado, no solo podemos hablar de corazón a corazón, sino cara a cara, porque aunque no le veamos representado, sí que está realmente.

¿Dónde radica la seguridad de que ese era tu lugar?
En la experiencia de aquel Sábado Santo, corroborada durante mucho tiempo en mis ratos de Adoración Eucarística. La Adoración era lo que me mantenía, porque ante el Señor, delante del Sagrario sólo estáis Dios y tú, y lo demás no importa nada. Solos Él y yo.

¿Qué era lo que te atraía de Jesús?
Creo que dos cosas. Una de ellas el ver que es una persona viva, y después, ver que esa persona viva era Dios. Cuando empiezo a conocer a esa persona viva que es Dios, me revela que, aun siendo Dios, necesita también de mí, y entonces eso te atrae más todavía: ver que siendo Dios omnipotente y todopoderoso que se basta él solo para todo, mendiga tu amor. Eso es lo más impresionante.

¿Merece la pena esta vida?
¡Hombre, claro que la merece! No tiene ni punto de comparación darle tu vida a Dios con nada más. Yo soy muy feliz, y no envidio nada de nadie de fuera. Es una gracia de Dios, lo sé. La vocación y la perseverancia. Son dos gracias que me ha dado Dios.

Cada una de las preguntas y respuestas corresponden a una de las celdas de este "Monasterio de papel". Estas diez mujeres no se conocen de nada, no se han visto nunca, son de distintas edades, de distintas procedencias, de distintas clases sociales incluso.
Estaréis de acuerdo conmigo en que podría tratarse de una entrevista a una única persona, y esto es lo curioso porque lo que les une es UNA ÚNICA PERSONA: CRISTO, su esposo.

sábado, 1 de octubre de 2011

1 de octubre. Santa Teresa del Niño Jesús.

SANTA TERESA DEL NIÑO JESÚS.Nació en Alençon (Francia), el año 1873. Siendo aún muy joven, ingresó en el monasterio de carmelitas de Lisieux, ejercitándose sobre todo en la humildad, la sencillez evangélica y la confianza en Dios, virtudes que se esforzó en inculcar, de palabra y de obra, en las novicias. Murió el día 30 de septiembre del año 1897, ofreciendo su vida por la salvación de las almas y por el incremento de la Iglesia.


SEGUNDA LECTURA

De la Narración de la vida de santa Teresa del Niño Jesús, virgen, escrita por ella misma
(« Manuscrits autobiographiques», Lisieux 1957, 227-229)

EN El CORAZÓN DE LA IGLESIA, YO SERÉ EL AMOR 


Teniendo un deseo inmenso del martirio, acudí a las cartas de san Pablo, para tratar de hallar una respuesta. Mis ojos dieron casualmente con los capítulos doce y trece de la primera carta a los Corintios, y en el primero de ellos leí que no todos pueden ser al mismo tiempo apóstoles, profetas y doctores, que la Iglesia consta de diversos miembros y que el ojo no puede ser al mismo tiempo mano. Una respuesta bien clara, ciertamente, pero no suficiente para satisfacer mis deseos y darme la paz.


Continué leyendo sin desanimarme, y encontré esta consoladora exhortación: Aspirad a los dones más excelentes; yo quiero mostraros un camino todavía mucho mejor. El Apóstol, en efecto, hace notar cómo los mayores dones sin la caridad no son nada y cómo esta misma caridad es el mejor camino para llegar a Dios de un modo seguro. Por fin había hallado la tranquilidad.

Al contemplar el cuerpo místico de la Iglesia, no me había reconocido a mi misma en ninguno de los miembros que san Pablo enumera, sino que lo que yo deseaba era más bien verme en todos ellos. En la caridad descubrí el quicio de mi vocación. Entendí que la Iglesia tiene un cuerpo resultante de la unión de varios miembros, pero que en este cuerpo no falta el más necesario y noble de ellos: entendí que la Iglesia tiene un corazón y que este corazón está ardiendo en amor. Entendí que sólo el amor es el que impulsa a obrar a los miembros de la Iglesia y que, si faltase este amor, ni los apóstoles anunciarían ya el Evangelio, ni los mártires derramarían su sangre. Reconocí claramente y me convencí de que el amor encierra en sí todas las vocaciones, que el amor lo es todo, que abarca todos los tiempos y lugares, en una palabra, que el amor es eterno.


Entonces, llena de una alegría desbordante, exclamé:«Oh Jesús, amor mío, por fin he encontrado mi vocación: mi vocación es el amor. Sí, he hallado mi propio lugar en la Iglesia, y este lugar es el que tú me has señalado, Dios mío. En el corazón de la Iglesia, que es mi madre, yo seré el amor; de este modo lo seré todo y mi deseo se verá colmado.»

RESPONSORIO Cf. Sal 20,4; cf. Jb 31, 18; cf. Ef 3, 18; Sal 30, 20 
R. Te adelantaste, Señor, a bendecirme con tu amor, el cual fue creciendo conmigo desde mi infancia; * y aun ahora no alcanzo a comprender la profundidad de tu amor. 
V. ¡Qué bondad tan grande, Señor, reservas para tus fieles! 
R. y aun ahora no alcanzo a comprender la profundidad de tu amor.


ORACIÓN.


OREMOS,
Dios y Padre nuestro, que abres las puertas de tu reino a los pequeños y a los humildes, haz que sigamos confiadamente el camino de sencillez que siguió santa Teresa del Niño Jesús, para que, por su intercesión, también nosotros lleguemos a descubrir aquella gloria que permanece escondida a los sabios y a los prudentes según el mundo. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo, que vive y reina contigo en la unidad del Espíritu Santo y es Dios, por los siglos de los siglos.
Amén

viernes, 30 de septiembre de 2011

Narciso Yepes (II)

UNA VOZ EN PARÍS, JUNTO AL SENA...
"Fue una pregunta en apariencia muy simple: ¿Qué estás haciendo? En ese instante todo cambió para mí. Sentí la necesidad de plantearme porqué vivía, para quién vivía... Mi respuesta fue inmediata. entré en la iglesia más próxima, Saint Julien le Pauvre. Y hablé con un sacerdote durante tres horas... Es curioso porque mi desconocimiento era tal que ni me di cuenta de que era una iglesia ortodoxa. A partir de ese día busqué una instrucción religiosa católica. No olvidé que yo estaba bautizado. Tenía la fe dormida y revivió.
Y ya desde aquel momento nunca he dejado de saber que soy criatura de Dios, hijo de Dios... Un hombre con una cita de eternidad que se va tejiendo y recorriendo ya aquí en compañía de Dios. Así como hasta entonces Dios no contaba para nada en mi vida, desde aquel instante no hay nada en mi vida, ni lo más trivial, ni lo más serio, en lo que yo no cuente con Dios. Y eso en lo que es alegre y en lo que es doloroso, en el éxito, en el trabajo, en la vida familiar, en una pena honda..."
Narciso Yepes

jueves, 29 de septiembre de 2011

Santos Arcángeles Miguel, Gabriel y Rafael

SEGUNDA LECTURA
De las Homilías de san Gregorio Magno, papa, sobre los Evangelios
(Homilía 34, 8-9: PL 76, 1250-1251)

EL NOMBRE DE «ÁNGEL» DESIGNA LA FUNCIÓN, NO EL SER

Hay que saber que el nombre de «ángel» designa la función, no el ser, del que lo lleva. En efecto, aquellos santos espíritus de la patria celestial son siempre espíritus, pero no siempre pueden ser llamados ángeles, ya que solamente lo son cuando ejercen su oficio de mensajeros. Los que transmiten mensajes de menor importancia se llaman ángeles, los que anuncian cosas de gran trascendencia se llaman arcángeles.

Por esto a la Virgen María no le fue enviado un ángel cualquiera, sino el arcángel Gabriel, ya que un mensaje de tal trascendencia requería que fuese transmitido por un ángel de la máxima categoría.
Por la misma razón se les atribuyen también nombres personales, que designan cuál es su actuación propia. Porque en aquella ciudad santa, allí donde la visión del Dios omnipotente da un conocimiento perfecto de todo, no son necesarios estos nombres propios para conocer a las personas, pero sí lo son para nosotros, ya que a través de estos nombres conocemos cuál es la misión específica para la cual nos son enviados. Y, así, «Miguel» significa: «¿Quién como Dios?», «Gabriel» significa: «Fortaleza de Dios» y «Rafael» significa: «Medicina de Dios».
Por esto, cuando se trata de alguna misión que requiera un poder especial, es enviado Miguel, dando a entender por su actuación y por su nombre que nadie puede hacer lo que sólo Dios puede hacer. De ahí que aquel antiguo enemigo, que por su soberbia pretendió igualarse a Dios, diciendo: Escalaré los cielos, por encima de los astros divinos levantaré mi trono, me igualaré al Altísimo, nos es mostrado luchando contra el arcángel Miguel, cuando al fin del mundo será desposeído de su poder y destinado al extremo suplicio, como nos lo presenta Juan: Se entabló una batalla con el arcángel Miguel.
A María le fue enviado Gabriel, cuyo nombre significa: «Fortaleza de Dios», porque venía a anunciar a aquel que, a pesar de su apariencia humilde, había de reducir a los Principados y Potestades. Era, pues, natural que aquel que es la fortaleza de Dios anunciara la venida del que es el Señor de los ejércitos y héroe en las batallas.
«Rafael» significa, como dijimos: «Medicina de Dios»; este nombre le viene del hecho de haber curado a Tobías, cuando, tocándole los ojos con sus manos, lo libró de las tinieblas de su ceguera. Si, pues, había sido enviado a curar, con razón es llamado «Medicina de Dios».

RESPONSORIO Ap 8, 3. 4; Dn 7, 10
R. El ángel se puso en pie junto al altar, con un incensario de oro. Y se le dio gran cantidad de incienso; * Y el humo del incienso subió a la presencia de Dios, de mano del ángel.
V. Miles de millares le servían, miríadas de miríadas estaban en pie delante de él.
R. Y el humo del incienso subió a la presencia de Dios, de mano del ángel.

jueves, 22 de septiembre de 2011

Sor Emmanuel Maillard.


Sor Emmanuel Maillard nació en Francia. en 1947. Estudió Teología con el Cardenal Danielou. Se graduó en Bellas Artes en la Universidad de la Sorbona, Paris. En 1976 se unió a la Comunidad de las Bienaventuranzas. Vive en Medjugorje desde 1989.
Conmovedora a veces, humorística otras, nos relata testimonios ocurridos en Medjugorje o durante sus misiones por todo el mundo; y nos confía memorias íntimas de su propia experiencia espiritual.
Ayer estuvo en Madrid, en la Parroquia de Santa María Micaela y San Enrique. Hubo Adoración del Santísimo Sacramento con oración del Santo Rosario y meditación a cargo de ella misma. Celebramos la Santa Misa como si fuera "nuestra primera misa", como si fuera "nuestra última misa", como si fuera "LA ÚNICA MISA".
Luego volvieron a exponer el Santísimo Sacramento y durante algo más de una hora nos estuvo hablando de  la CONVERSIÓN.
Sus charlas siempre empiezan con unas preguntas: ¿Queréis ir al cielo? ¿Sois Santos? ¿Queréis ser santos? Supongo, querido lector, que tus respuestas -como las mías- a estas preguntas serán: sí, no, sí.
Ha hecho referencia a dos de los últimos mensajes de la Virgen en Medjugorje:
Mensaje del 25 de Mayo¡Queridos hijos! Mi oración hoy es para todos vosotros que buscáis la gracia de la conversión. Llamáis a la puerta de mi Corazón, pero sin esperanza ni oración, en el pecado, y sin el sacramento de la Reconciliación con Dios. Abandonad el pecado y decidiros, hijos míos, por la santidad. Solamente así puedo ayudaros y escuchar vuestras oraciones e interceder ante el Altísimo. ¡Gracias por haber respondido a mi llamada!”Mensaje del 2 de Julio
“Queridos hijos: a causa de vuestra unión con mi Hijo os invito a dar un paso difícil y doloroso: Os invito al reconocimiento completo y confesión de los pecados, a la purificación. Un corazón impuro no puede permanecer en mi Hijo y con mi Hijo. Un corazón impuro no puede dar fruto de amor y de unidad. Un corazón impuro no puede cumplir con las cosas rectas y correctas, no es ejemplo de la belleza del Amor de Dios frente aquellos que están alrededor suyo y que no lo han conocido. Vosotros hijos míos, reuníos en torno a mí llenos de entusiasmo, de deseos y de expectativas, sin embargo Yo oro al Buen Padre, para que por medio del Espíritu Santo de mi Hijo, ponga la fe en vuestros corazones purificados. Hijos míos, escuchadme, encaminaos conmigo”
Mirjana después de la aparición comentó: “Mientras la Virgen se marchaba, mostró la tiniebla a su lado izquierdo y a su derecho una cruz en una luz dorada”. Mirjana sostuvo además: “la Virgen quiso mostrar la diferencia entre un corazón purificado y el no purificado”

La conversión es una realidad precisa para el pueblo hebreo que tiene una expresión "Te Shivá" que significa "el que regresa". Esto se ve muy claro en la Parábola del Hijo Pródigo que ha experimentado una conversión y regresa a la casa del padre.
Para esta conversión es necesario no perder de vista la primera de las preguntas que Sor Emmanuel nos ha hecho, porque el objetivo de nuestra vida es el Cielo, nuestra auténtica morada es el Cielo (Sal 84); y Satanás está empeñado en que perdamos esto de vista, volviéndonos la vista hacia lo terreno y esto nos lleva a la desesperación porque lo terreno es efímero.
La Virgen quiere que cambiemos radicalmente la dirección de nuestra vida y para ello nos pide que tomemos la decisión de la conversión. El primer acto de nuestra conversión debe ser una CONFESIÓN.
"Os invito a la confesión mensual", "No hay nadie en la Tierra que no necesite una confesión mensual", "La confesión mensual es el primer paso para la salvación del mundo", estas y otras frases tomadas de los Mensajes de la Virgen en Medjugorje ha utilizado Sor Emmanuel para invitarnos a acudir al Sacramento de la Reconciliación todos los meses.
"Cuando os confeséis, cambiad de vida". La confesión depende del amor que tengamos por Jesús, porque Él es quien ha pagado por nuestros pecados. Si le amamos verdaderamente, tendremos dolor en el corazón por cometer pecado y haremos todo lo posible por repararlo. Este "dolor de corazón" es similar a lo que la Iglesia llama CONTRICIÓN.
Dice el Salmo 50 "un corazón contrito y humillado Tú no lo desprecias, Señor". Para alcanzar esta contrición hay que "conocer" a Aquel a quien herimos con nuestros pecados, a Jesús. Para empezar a amar a Jesús hay que coger la cruz. Hay que adorar a Jesús clavado en la cruz, venerar sus llagas y pedirle que nos sane de nuestras heridas. Ponernos al pie de la cruz junto a María, bajo el corazón abierto de Jesús. De este corazón abierto manó agua y sangre y también el Espíritu Santo que es un río de Amor divino que viene a saciar nuestra sed de amor verdadero. Así cada día puede ser un nuevo pentecostés.
"¿Qué habéis hecho con los mandamientos?" ha preguntado a los numerosos asistentes. Los mandamientos no son leyes esclavizantes sino un camino a seguir para tener VIDA ETERNA que empieza en la Tierra y se prolonga en la eternidad. Los mandamientos nos explican qué hay que hacer para tener Vida y no muerte.
"Con el pecado no tenéis paz", "El pecado no es humano, lo ha inventado Satanás". Cuando pecamos perdemos nuestra humanidad porque el hombre ha sido creado por Dios a "su imagen y semejanza" para ser sus hijos por adopción y el precio de esta adopción ha sido la sangre de su Hijo.
El mundo también ha hecho sus propios mandamientos no escritos. El principal de ellos es "cuanto más peques, mejor para ti". Ante el primer mandamiento "Amarás a Dios sobre todas las cosas" nos ofrecen la idolatría, unas veces de forma descarada y otras veces de forma encubierta con nuevas filosofías-religiones como la New Age, el Reiki, la adivinación, el horóscopo, las sanaciones, los santeros, etc. El primer mandamiento quiere que te fíes de Dios, porque Él es tu Padre.
Hay otros dos mandamientos que son pisoteados en nuestra sociedad actual: "No matarás" y "No adulterarás". Hasta tal punto se ha ensuciado el sexto y noveno mandamientos que prácticamente se ha convertido en "virtud" el ir contra ellos. Contra el quinto mandamiento vemos como se legisla en contra de la vida cada vez en más países. El aborto es un pecado gravísimo. Dios perdona todos los pecados pero por el aborto pide una gran penitencia para la madre y para el padre. Nosotros no debemos juzgarles sino ayudarles y acogerles con inmenso amor.
La Virgen nos invita a estudiar los mandamientos y a vivirlos porque son nuestra seguridad y debemos ajustar nuestra vida a esta Palabra de Vida (Dt 5).
Dios no sólo perdona nuestros pecados, sino que los olvida. Lo difícil es perdonarse a uno mismo, porque puedes llegar a la confesión, a perdonar a tus enemigos, a pedir perdón por el daño causado, etc. pero perdonarte a ti mismo es fruto de una profunda contrición. Esta contrición es fruto del Espíritu Santo y es tan importante que puede exonerarnos del purgatorio.
Cuando hacemos una buena confesión no sólo recibimos la paz, también alegría. Por esto es necesario no dejar transcurrir tiempo entre el pecado y la conversión. Este es el misterio de la santidad. Cuando pequemos no debemos mirarnos a nosotros mismos, sino mirar a Cristo inmediatamente. Es necesario que los pecadores regresen a Dios.
Debemos rezar mucho por nuestros presbíteros, pidiendo que sean sacerdotes santos para la Iglesia, pidiendo también nuevas vocaciones, sin miedo a que uno de nuestros hijos decida entregar su vida a esta misión. Los sacerdotes no necesitan nuestro juicio, ni nuestras críticas; sino nuestra oración y nuestro amor. En este tiempo en que en muchas iglesias se han quitado los confesionarios es necesario revitalizar este sacramento. Deberíamos colgar un gran cartel en la fachada de nuestras parroquias que dijera: "SE BUSCAN PECADORES".
NOTA: He tratado de transcribir un resumen de lo que fue la conferencia de ayer. Seguramente que he dejado muchas cosas olvidadas y he enfatizado en otras. Este es el resultado de unir las notas que tomé en el acto. Como veis está un poco deslabazado, pero confío en que se entienda.

martes, 20 de septiembre de 2011

"La humildad no se enfada ni enfada a nadie"

Revolviendo entre los libros que tenemos por casa me he encontrado con "Las sentencias de los Padres del desierto", un estupendo libro que os recomiendo leer aunque creo que está agotado. Hace bastantes años que lo leí y me ayudó bastante. Tiene al final un índice temático y un resumen de apotegmas bastante interesante. El título de este post es uno de esos apotegmas resumidos.
El capítulo XV de este libro se titula "de la humildad". He vuelto a leerlo entero.
Llevo un tiempo dándole vueltas a este tema de la HUMILDAD. De ella nacen todas las virtudes y sin ella nada es posible. Como muestra de esto os escribo el apotegma 3 de este capítulo:
Decía el abad Antonio: "He visto tendidos sobre la tierra todos los lazos del enemigo, y gimiendo he dicho: ¿Quién podrá escapar de todos ellos?. Y oí una voz que respondía: La humildad".

 En otro de los apotegmas, uno de los monjes tiene la misma pregunta que habrás tenido tú, querido lector, en este momento: ¿Qué es la humildad? Pues te indico la respuesta que uno de los ancianos dio a quien le preguntaba (apotegma 82 de este capítulo XV):
"La humildad es algo muy grande, divino. El camino de la humildad es éste: entregarse a la penitencia corporal, reconocerse pecador y someterse a todos". Y un hermano preguntó: "¿Qué es someterse a todos?" Y contestó el anciano: "No fijarse en los pecados de los demás, sino considerar siempre los propios y rogar continuamente a Dios"

domingo, 18 de septiembre de 2011

JMJ. Voluntariado con los checos.

Recién llegado de nuestra peregrinación a Medjugorje me informé de que mi voluntariado era en un colegio de Madrid, con algunos hermanos más de mi comunidad, colaborando con un grupo de peregrinos checos a que su estancia en Madrid durante la JMJ fuese lo más agradable posible.
Este ha sido otro de los grandes regalos que Dios nos ha concedido este verano: compartir esa semana con personas a las que no conocía de nada y la confirmación - una vez más - de que la Iglesia Católica es MUY GRANDE.
Todo un ejemplo de orden y organización estos peregrinos checos. La verdad sea dicha, al principio nos asustaron cuando les vimos descargar de sus autocares tanto material: capilla ambulante, hospital de campaña, instrumentos musicales de todo tipo, etc.
Convirtieron el colegio en una gran parroquia para todos los peregrinos checos que estaban en Madrid. Tenían su propio servicio de información, traductores, médicos, servicio de limpieza, distribución de comida, etc.
No han dado ningún problema a los vecinos que incluso  nos han felicitado a los voluntarios, tanto que nos llegaron a ofrecer las piscinas de sus comunidades de vecinos para que las usaran.
No he contado aún que en total hemos acogido a 700 peregrinos en el colegio de los 1.300 que dependían de este grupo, el resto se han repartido en otros dos colegios.
Hemos compartido con ellos mucho tiempo, charlas traducidas con los intérpretes que ellos traían, bromas, cantos, celebraciones... pero sobre todo, hemos compartido la FE, sin quererlo.
Su jornada comenzaba muy temprano, a las siete de la mañana ya empezaban a ducharse y tomar desayunos para irse a recorrer la ciudad.
Una de las escenas más impresionantes era verles regresar, a partir de las ocho de la tarde, cansados y cargados con sus mochilas y, olvidándose de todo, postrarse en el patio del colegio para adorar al Santísimo Sacramento durante una hora. Era algo especial, con meditaciones de los sacerdotes, oración en silencio y cantos. Nosotros no entendíamos nada de lo que decían ni cantaban, pero no hacía falta, sólo queríamos postrarnos de rodillas junto a aquellos jóvenes checos para adorar lo mismo: un Dios que ha querido quedarse con nosotros a través de la Eucaristía.
Entre todos los peregrinos que han pasado por nuestro colegio hay muchas historias impresionantes, quiero destacar la de uno muy especial, se trata de un joven que ha hecho todo el recorrido desde Praga a Madrid en un "patinete". Se trataba de un artilugio parecido a una bicicleta pero sin sillín ni pedales. El funcionamiento consistía en impulsarlo con los pies, como un patinete y disponía de frenos para ambas ruedas en el manillar. Durante 28 días este peregrino ha recorrido los 2.800 Km. de distancia. Cuando le pregunté de dónde sacaba la fuerza para poder impulsar su "invento" durante tantos días y tantos kilómetros me mostró un rosario que llevaba en el bolsillo y me señaló a la capilla en la que había un sagrario.
Una de las noches nos sorprendió ver la despedida de varias parejas de jóvenes al regresar al colegio. Ambos se impartían la bendición haciendo la señal de la cruz sobre la frente del otro y luego se daban un abrazo antes de separarse para ir a dormir cada uno a su zona.
Sorprende ver como el cristianismo ha sobrevivido durante tantos años en un país como la República Checa a pesar de la represión comunista.