viernes, 13 de diciembre de 2013

Campanas rebeldes

Arrecian los comunicados, las recomendaciones, las interpretaciones, las prohibiciones, los dimes y diretes, los comentarios, los comentaristas, los entendidos, los "ya lo decía yo", los "¿Qué te dije?", los "no pasa nada", los "es inminente", los obedientes, los habladores, los callados, los orantes, los adoradores... En fin, en estos días de estrenos de películas, presentaciones de libros, y otra serie de acontecimientos en los que, de una u otra manera, se alude a Medjugorje, han proliferado enfrentamientos entre adeptos y detractores en multitud de medios. No voy a exponer nada nuevo en este post, porque no tengo nada nuevo que decir, simplemente quiero contar, queridos lectores, que creo que es "tiempo de silencio", tiempo de escuchar, de callar para poder escuchar.
Ya lo dice el Señor, cuando le preguntan ¿Cuál es el primer mandamiento?. Escucha Israel. Y para escuchar es necesario el silencio, es decir, hay que callar. Callar a nuestras ideas y a nuestros pensamientos, a nuestros estereotipos, a nuestras concepciones, a nuestros prejuicios, a nuestra forma de entender y juzgar todo.
Si callamos, es más fácil escuchar.
Por ejemplo, esta tarde, como todas las tardes, si callamos podemos escuchar unas campanas que -rebeldes ellas- suenan a las 18:40 horas y paran la vida de una parroquia, de un pueblo y de miles y miles de personas en todo el mundo. No hay motivo racional para ello, porque no es la hora en punto, ni la media, ni siquiera los cuartos. Pero estas campanas, son tozudas, por ser campanas croatas y -erre que erre- todos los días suenan a las 18:40 h.
Y los que, callando a sí mismos, son capaces de escucharlas, no se plantean si es pronto o tarde, si serán los cuartos o la media, sino que obedecen a su sonido y guardan silencio. Silencio para orar, para deslizar una cuenta más de sus Rosarios entre sus dedos, para contemplar y adorar el Santísimo Cuerpo de Nuestro Señor, para rogar por lo que quieran y necesiten.
Muchos de ellos permanecen parados en mitad de la calle, o dejan su actividad al escuchar a estas campanas "desajustadas". Algunos incluso comentan que ven bailar al sol.
Es muy breve. No dura más que cinco o diez minutos, pero es "tiempo de silencio", de preparación para la Eucaristía que empezará a las 19.00 h.
Mientras tanto, en otros lugares, se siguen preparando comunicados y se habla y comenta mucho. Esta tarde, a las 18:40 h. guardaré silencio para intentar escuchar estas campanas y, si es posible, obedecer a su llamada.

sábado, 12 de octubre de 2013

Queridos hijos: ¡ENHORABUENA!

¡Ya está aquí! Han pasado casi diez meses desde que, en una de esas cenas en la cocina de casa, nos anunciasteis que os casabais. Parecía tan lejano, pero ha llegado. Han sido meses de preparativos, sorpresas, equivocaciones, rectificaciones, aciertos, tomas de decisiones, modificaciones de última hora y sobre todo nervios ante la espera de este día.
Aprovecho que aún duermen "mis chicas" para ponerme al teclado y escribir, sin haberlo preparado, aquello que vaya surgiendo. Os anticipo que no voy a intentar expresar sentimientos porque no soy capaz de encontrar palabras para escribir lo que siento en estos momentos.
Nos hemos pasado la última semana consultando páginas meteorológicas que confirmaran que no va a llover y que el Señor bendice esta tarde con un tiempo estupendo. Parece que va a haber algunas nubes, pero nada de lluvia. Esto permitirá que las chicas luzcan sus vestidos largos y sus zapatos de tacón.
Tenemos vestidos colgados por todas las habitaciones de la casa y, entre tanto vestuario femenino, también el traje del padrino, el mío. Pero entre tan colorido desfile de telas, una destaca por encima de todas y es el precioso vestido blanco de la novia con su larguísimo velo que ha invadido el dormitorio principal de la casa.
Anoche la plancha tubo jornada extraordinaria como los espejos de los baños. Hay que cuidar todos los detalles: maquillajes, pedicura, manicura, ¡una auténtica locura!
Ahora que está amaneciendo, todo permanece tranquilo esperando las carreras por el pasillo y las visitas a la peluquería, la llegada de nuestra fotógrafa favorita, del ramo de la novia, del coche de los novios.
¿Se nos olvidará algo? Los anillos y las arras ¿dónde están? ¡Ay, Dios mío, qué nervios!

La forma en que os conocisteis puede parecer poco romántica para los estándares actuales, pero era la que Dios tenía preparada para vosotros y la Virgen María se encargó de llevar a cabo aquel primer encuentro en el mismo lugar en el que esta tarde celebraremos vuestro matrimonio.
Aquella reunión en el Colegio Fundación Caldeiro de comienzos del verano de 2.010 era preparatoria de uno de los MEDJUJOVEN, el primero de María y uno más en la cuenta de Suso. Seguramente que entonces no sospechabais nada de lo que en aquel encuentro estaba empezando.
Cargados con las Quechua, las ensaladillas para el camino y las ganas de acudir a la llamada de la Gospa os despedimos una mañana de finales de julio en Las Ventas junto con un centenar de peregrinos. Hasta entonces habíais cruzado poco más que miradas y muy escasas palabras.
Tengo poco conocimiento de lo que ocurrió en aquellos 15 días de peregrinación, pero sí que guardamos muy nítidas en nuestro recuerdo, el de Inmaculada y el mío, las imágenes de vuestras caras a la vuelta. Sabíamos que algo había ocurrido, la Gospa había encendido la llama del amor entre vosotros y, aunque pocos lo veían, hay cosas que sólo sabe percibir una madre y un padre.

Unos meses después embarcábamos toda la familia en avión rumbo a Medjugorje para pasar allí el final de año. En aquella peregrinación también hubo momentos de complicidad que confirmaban poco a poco que algo estaba pasando. Aquella conversación en el salón de la pensión, a los pies del Kriçevac, en la que Suso depositaba su intimidad en mi querida esposa como solamente un "hijo" hace con su "madre".
Tan solo tuvimos que esperar a mayo para que todo saliera a la luz e hicierais público lo que ya todos los cercanos a vosotros sospechábamos. Desde entonces hemos visto cómo crecía el amor entre vosotros, a la sobra de Él y con el cuidado de Ella. Siempre Ellos como testigos y garantes de que todo era VERDAD.
Han sido muchas tortillas, de esas que sólo en casa se comen, compartidas en la gran mesa de nuestra cocina con sus sobremesas posteriores en las que hemos reído y hemos llorado, hemos compartido y hemos escuchado, hemos tratado de ayudaros y tanto nos habéis enseñado. ¡Qué importante es la mesa en la familia! Si quedaran escritos sobre la madera de la nuestra todo lo que sobre ella hemos visto, habría que bendecirla porque, sin duda, es un auténtico altar de santificación para toda nuestra familia.

Ahora, que tan sólo quedan unas horas para la ceremonia, son muchos los sentimientos que tengo dentro, pero he dicho que no quería hablar de eso. Solamente quiero dar gracias a Dios y a la Virgen María por la historia que está haciendo con vuestras vidas, la que ha ido tejiendo hasta hoy en cada uno de vosotros y la que hará, sin duda, a partir de hoy con vuestro matrimonio y vuestra familia.

Queridos hijos: ¡ENHORABUENA! Que Dios os bendiga y la Gospa os abrace.

martes, 17 de septiembre de 2013

Los asientos de "ESTAMOS DE VUELTA"

ASIENTO 1: En Medugorje "los jóvenes no se cansan de una Misa de dos horas, con los cascos escuchando a un cura croata a través de traducciones. Eso sólo tiene una explicación, y es la presencia libre de Dios campando a sus anchas por quienes allí se congregan."

ASIENTO 2: "Ahora miro al Cielo porque he conocido una partecita aquí en la Tierra y me ha encantado como es."

ASIENTO 3: "Una de las enseñanzas de Medjugorje fue que no tienes que ser Teresa de Calcuta para tener el amor de Dios. Dios es Amor en sí mismo, independientemente que tú seas como seas."

ASIENTO 4: Medjugorje es "un lugar en el que Dios desmonta la vida que te has construido o que te han construido, y Él te arma de nuevo."

ASIENTO 5: "En Medjugorje el sacerdote se siente sacerdote, querido no sólo por su sacerdocio, sino por su humanidad."

ASIENTO 6: "Dios me bendice con ojos nuevos para saber mirar a su Iglesia, para saber mirar la realidad que me rodea, para saber ver, saber interpretar qué pasa a mi alrededor en los acontecimientos de cada día y saber reaccionar ante ellos con amor, con los ojos de Cristo."

ASIENTO 7: "Nos dimos cuenta de que allí estaba pasando algo grande, algo serio, y de que esa era nuestra oportunidad de formar parte de ello o de quedarnos fuera."

ASIENTO 8: "La diferencia es que yo no pisaba la iglesia y al volver siento la necesidad de rezar el rosario y de ir a Misa cada día, y disfruto de la confesión."

ASIENTO 9: "En Medjugorje hay algo en lo que se hace presente el cielo, y eso el corazón, sin darte cuenta, lo percibe."
Estas son sólo unas frases entresacadas de cada uno de los nueve "asientos" de este autobús de papel que es "ESTAMOS DE VUELTA", el nuevo libro de Jesús García.
He tenido el privilegio de poderlo leer antes de que estuviese en las librerías y, una vez más, he de reconocer que el autor se va superando a sí mismo. Es cierto que la materia prima es muy importante a la hora de cocinar un buen plato, y en este caso, la materia prima no es otra que el testimonio decidido y valiente de la acción de Dios en personas concretas y la transformación que esta acción del Amor de Dios hace en sus vidas.
Mi mejor consejo es que lo compréis y lo leáis, que invitéis a vuestros conocidos a que lo compren y lo lean porque en estos tiempos que nos toca vivir, no está de más escuchar hablar de la existencia REAL de Dios, que está VIVO y actúa en la vida de mucha gente.
¡Ánimo! súbete a esta "peregrinación rodante de papel" y ocupa tu asiento para escuchar cómo habla el Amor de Dios.

lunes, 16 de septiembre de 2013

ESTAMOS DE VUELTA

Mañana sale a la venta el nuevo libro de Jesús García. Su título es "ESTAMOS DE VUELTA" y en la portada aparece un peregrino con una camiseta en la que leemos "MEDJUGORJE II". Esta portada resume bastante bien lo que contiene el libro. Aunque realmente no es una segunda parte de "MEDJUGORJE", sí que es la consecuencia de aquel libro a unos años vista.

En este caso, el hilo conductor vuelve a ser una peregrinación a aquella "aldea entre montañas" de Bosnia-Herzegovina, pero con la peculiaridad de que la peregrinación es en autobús, uno de esos autobuses que cada año forman parte del conocido MEDJUJOVEN del que tanto os he hablado.
Entre los ocupantes de este autobús de papel, el autor ha seleccionado a nueve para que nos cuenten su testimonio durante el viaje.
Todos ellos tienen un punto en común, ya han estado antes en Medjugorje y ahora vuelven, pero también todos ellos han hecho el viaje de vuelta a sus ciudades, a sus casas, a sus trabajos, a sus ambientes trayendo algo de allí que les ha transformado no sólo a ellos sino también a muchos de los que les rodean.
Desde un padre de familia numerosa que se lía la manta a la cabeza y empieza a organizar el MEDJUJOVEN hasta un matrimonio de diseñadores de interiores instalados en las altas esferas del mundo del diseño, pasando por un jugador olímpico de hockey hierba o una abogada con sueldo de seis cifras, sin olvidarnos de una de las inquilinas de las portadas de las revistas del corazón.
No podía faltar el testimonio de un sacerdote, puesto que no se debe peregrinar sin, por lo menos, un ministro ordenado. A este grupo hay que añadir un periodista radiofónico, de esos que llamamos "voces de la radio", un padre de familia numerosa en situación de desempleo y una joven universitaria.
En principio, el cóctel parece interesante. Entre ellos no se conocen de nada, pero se han instalado en las páginas (asientos) de este libro (autobús) en el que todavía hay sitio para tí, querido lector.
Entre parada en área de servicio y noche de camping, a la sombra de uno de los árboles de la explanada de Medjugorje o a bordo del ferry en el que cruzamos el Adriátrico, ellos quieren contarte su historia de conversión. Si quieres participar de esta peregrinación, a partir de mañana, 17 de septiembre, compra tu ejemplar.
Como anticipo os dejo el vídeo promocional.

jueves, 12 de septiembre de 2013

viernes, 31 de mayo de 2013

MEDJUJOVEN' 2013

Como cada verano, ya está en marcha el MEDJUJOVEN'2013.
Se trata de una peregrinación para jóvenes y familias.
A los que aún no os habéis atrevido, os invito a que os subáis este año a esta auténtica aventura que cambiará vuestras vidas.
Para animaros, ved este vídeo promocional.


viernes, 24 de mayo de 2013

Jornada Pro Orantibus 2013.

VIDA CONTEMPLATIVA EN EL AÑO DE LA FE

El próximo domingo, 26 de mayo de 2013, Solemnidad de la Santísima Trinidad, la Iglesia celebra la Jornada Pro Orantibus.

Objetivos de la Jornada Pro Orantibus:
  1. Orar a favor de los consagrados y consagradas en la vida contemplativa, como expresión de reconocimiento, estima y gratitud por lo que representan, y el rico patrimonio espiritual de sus institutos en la Iglesia.
  2. Dar a conocer la vocación específicamente contemplativa, tan actual y tan necesaria en la Iglesia y para el mundo.
  3. Promover iniciativas pastorales dirigidas a incentivar la vida de oración y la dimensión contemplativa en las Iglesias particulares, dando ocasión a los fieles, donde sea posible, para que participen en las celebraciones litúrgicas de algún monasterio, salvaguardando, en todo caso, las debidas exigencias y las leyes de la clausura.
Con este fin, la Conferencia Episcopal Española ha editado, como otros años unos materiales que pueden ayudarnos.
En el folleto de este año, al que accedéis clicando sobre el texto de distinto color, está el testimonio de una religiosa contemplativa amiga y protagonista de algunos post de este blog: Sor Teresita.
También hay una oración para rezar en este día.
Para las celebraciones hay un subsidio litúrgico para el celebrante y un subsidio litúrgico para el monitor que pueden servir de ayuda.

domingo, 21 de abril de 2013

Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones 2013

¡CONFÍO EN TÍ!
Las vocaciones, signo de la esperanza fundada sobre la fe.
Hoy celebramos la Jornada Mundial de Oración por las vocaciones.
Os enlazo a la página de la Conferencia Episcopal en la que podéis leer el mensaje del Papa para esta jornada y otros documentos de interés.

lunes, 1 de abril de 2013

Langostinos y/o sopas de ajo

Hace bastante tiempo que no me pongo a escribir en mi blog y hoy, que he decidido hacerlo, me ha salido la vena culinaria y gastronómica.
Vaya por delante que tengo presente que la ironía escrita es muy difícil de entender e interpretar debidamente, aún así no me he podido resistir.
Seguramente habéis visto el anuncio televisivo del nuevo TOYOTA AURIS en el que un anciano líder amedrenta a las masas diciéndoles que tienen que tener una llama como mascota o conducir un ridículo utilitario. Hasta que entre la masa alguien hace una pregunta: ¿Por qué? Y esta pregunta lo cambia todo.
Reconozco que existen algunos locales muy exclusivos y especializados donde cocinan como nadie un plato concreto y que son la delicia de cuantos acuden a ellos. Recuerdo una curiosa anécdota que me ocurrió en uno de estos restaurantes al que acudí dispuesto a degustar el mejor lechazo asado de los alrededores. Ocupamos una mesa muy coqueta y una señora muy amable se acercó a tomarnos nota con una pregunta: ¿Con qué lo quieren? Nuestra respuesta fue un nuevo interrogante: ¿el qué? La señora nos explicó que en aquel lugar sólo se servía lechazo asado, con patatas fritas o con ensalada (de lechuga y cebolla), pan y buen vino. Ante esta explicación mi "santa" decidió que nos teníamos que ir a otro lugar porque a ella no le gusta el cordero. El local perdió dos clientes ese día y yo tuve que cambiar el mejor lechazo de la zona por otro que también estaba muy bueno y que nos sirvieron en el local de al lado en el que sí había otras viandas al gusto de mi "santa".
No creo que aquel local haya tenido que cerrar, ni mucho menos, porque a mi "santa" no le guste el cordero. Creo que sobrevive, a pesar de ello, y bastante bien. Debo añadir que el breve trato que tuvieron con nosotros fue excelente.
Pero hoy no quería hablar de cordero asado, aunque sea Pascua, sino de los langostinos y de las sopas de ajo. Aunque la anécdota anterior creo que está bien traída para introducir una conversación que he tenido hace poco.
Se me ha diagnosticado un extraño mal gastronómico: "Has dejado de comer langostinos para comer sopas de ajo". Y a esto se ha añadido una sentencia: "No creo que dures más de cinco años".
Y yo me he acordado de mi tío Eustaquio que es el hermano mayor de mi madre y que ya ha cumplido el siglo. Recuerdo que muchas noches en su cocina de leña preparaba su puchero en el que vertía un poco de agua sobre el sofrito de ajos, trozos de jamón y pan, añadiendo un poco de pimentón y luego escalfaba un huevo.

Esa era su cena de muchas noches: unas suculentas y sencillas sopas de ajo. Y no le ha ido nada mal, porque aún sobrevive al paso del tiempo.
A mis interlocutores en aquella conversación no les expliqué esto de mi tío.
No entiendo bien su obsesión por los langostinos. Es cierto que hemos compartido mantel durante muchos años, pero yo no he sido consciente de estar comiendo langostinos. Es más creo que alguno de los langostinos no era de la Bahía de Huelva, precisamente, porque estaba un poco blando y costaba quitarle la cáscara. Puede que por la mesa también hayan pasado gambas, incluso cigalas, o tal vez langostas, otras veces han sido pequeños camarones. Por ello no comprendo la obsesión por creer que todo lo que se sirve en esa mesa son langostinos.

Parece que a mis antiguos compañeros de mesa no les ha gustado que me haya levantado de la mesa y me haya dado una vuelta por el restaurante, que por cierto tiene una carta muy amplia y toda ella excelente, lo cual no me extraña porque el cocinero conoce el oficio desde la eternidad.
Hay platos que necesitan más de las buenas manos del cocinero que otros. Los langostinos dependen muchísimo de la materia prima. Sin embargo las sopas de ajo tienen algo más de elaboración y toque por parte de la cocina.
Al diagnosticarme un mal con un plazo fijo, a cinco años, les he pedido que no miren a tan largo plazo, sino que pidan al cocinero que me admita en su casa hoy, porque yo soy débil y no merezco entrar ni uno sólo de los días.
Espero que sigamos coincidiendo muchos días, con permiso del cocinero, en este restaurante, aunque nos sentemos en mesas distintas. Lo importante no es la mesa, sino degustar lo que el cocinero prepara. Y, cuando tengáis un rato, pedid la carta, de verdad que es variada y exquisita.

jueves, 31 de enero de 2013

La vida consagrada en el Año de la Fe.

Signo vivo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo (Benedicto XVI. Porta Fidei, 15).


El día 2 de febrero es la fiesta de la Presentación del Señor en el Templo de Jerusalén (cf. Lc 2, 22-40), conmemoración litúrgica popularmente llamada la candelaria.  
Desde el año 1997, por iniciativa del beato Juan Pablo II, se celebra ese día la Jornada Mundial de la Vida Consagrada, y los consagrados, con su modo carismático de vivir el seguimiento de Jesucristo, son puestos en el candelero de la Iglesia para que, brillando en ellos la luz del Evangelio, alumbren a todos los hombres y estos den gloria al Padre que está en los cielos (cf. Mt 5,16). 
En el presente Año de la fe convocado por el papa Benedicto XVI, la vida consagrada, en sus múltiples formas, aparece ante nuestros ojos como un signo de la presencia de Cristo resucitado en el mundo, expresión tomada de la carta apostólica Porta fidei (n. 15) y lema de dicha Jornada. 
¿Qué significa que los consagrados son un signo para el mundo de la presencia de Cristo resucitado en medio de nosotros? El apóstol san Pablo puede darnos lo clave interpretativa de dicha afirmación al confesar: "Mi vida de ahora en la carne, la vivo en la fe del Hijo de Dios, que me amó y se entregó por mí". (Gál 2, 20). Los consagrados viven esta fe existencial, una fe que nace del encuentro con Dios en Jesucristo, de su amor, de la confianza en su persona, hasta involucrar la vida entera. "La fe no es un mero asentimiento intelectual del hombre frente a las verdades en particular sobre Dios; es un acto por el cual me confío libremente a un Dios que es Padre y  me ama; es la adhesión a un que me da esperanza y confianza. [...]Dios se ha revelado a nosotros en Cristo, ha revelado que su amor por cada uno de nosotros es sin medida: en la cruz, Jesús de Nazaret, el Hijo de Dios hecho hombre, nos muestra del modo más luminoso a qué grado llega este amor, hasta darse a sí mismo, hasta el sacrificio total. Con el misterio de la muerte y Resurrección de Cristo, Dios desciende hasta el fondo de nuestra humanidad para elevarla. La fe es creer en este amor de Dios [...], un amor indestructible que no solo aspira a la eternidad, sino que la da" 
Los religiosos y religiosas, las vírgenes consagradas, los miembros de los institutos seculares y las sociedades de vida apostólica, los monjes y monjas de vida contemplativa, y todos cuantos han sido llamados a una nueva forma de consagración, hacen del misterio pascual la razón misma de su ser y su quehacer en la Iglesia y para el mundo. 
Ellos y ellas, con su vida y misión, son en esta sociedad tantas veces desierta de amor, signo vivo de la ternura de Dios. Nacidos de la Pascua, ellos y ellas, por el Espíritu de Cristo resucitado, pueden entregarse sin reservas a los hermanos y a todos los hombres, niños, jóvenes, adultos y ancianos, por el ejercicio de la caridad, en las escuelas y hospitales, en los geriátricos y en las cárceles, en las parroquias y en los claustros, en las ciudades y en los pueblos, en las universidades y en los asilos, en los lugares de frontera y en lo más oculto de las celdas. 
El papa Benedicto XVI, al convocar el Año de la fe, ha querido que "la Iglesia renueve el entusiasmo de creer en Jesucristo, único Salvador del mundo; reavive la alegría de caminar por el camino que nos ha indicado; y testimonie de modo concreto la fuerza transformadora de la fe [...] a través del anuncio de la Palabra, la celebración de los sacramentos y las obras de caridad". Y asimismo lo quiere para todos nuestros hermanos y hermanas de la vida consagrada. Tenemos ante nosotros, pues, un magnífico programa para este Año de la fe: renovar con entusiasmo la consagración, reavivar con alegría la comunión, testimoniar a Cristo resucitado en la misión evangelizadora.  
+ Vicente Jiménez Zamora 
Obispo de Santander  
Presidente de la CEVC 

Algunos enlaces de interés: