sábado, 31 de diciembre de 2011

¡FELIZ AÑO NUEVO!

Casi todos en estas fechas nos deseamos un ¡FELIZ AÑO NUEVO! Antes de esto yo creo que es bueno dar gracias por todo lo recibido en el año que se acaba.
En primer lugar por haber tenido la dicha de vivirlo, con sus alegrías y sus penas, pero hemos vivido todos sus días. A lo largo del año, es muy probable que nuestras familias hayan aumentado con nuevos miembros, aunque también es posible que algunos nos hayan dejado. Es bueno recordar a todos en estos momentos.

También es tiempo de hacer balance y, en nuestro caso, el saldo es deudor hacia el Señor porque han sido tantas las Gracias que hemos recibido en este último año... De algunas de ellas os he hecho partícipes a través de este blog, de otras no puedo por pertenecer al ámbito de lo privado y algunas, muchas, no caben en este pequeño espacio o, simplemente, no las recuerdo ahora.

Para nosotros este año que se va empezó un poco antes con la alegre noticia del reconocimiento como nuevo Instituto Religioso de Vida Consagrada de Derecho Pontificio a Iesu Communio. Esto sucedía el 8 de diciembre de 2010, pero como la celebración solemne fue el 12 de febrero de 2011 en la Catedral de Burgos, lo contamos como parte de este año.

La Nochevieja anterior no la pasamos aquí, sino en Medjugorje. Ahora que ha pasado un año vienen a nuestra mente los recuerdos de aquellos cinco días. Fue un viaje estupendo, un reducido grupo de amigos entre aviones y furgonetas de alquiler. Pasamos frío, mucho frío, pero mereció la pena. Un auténtico regalo de la Madre para toda nuestra familia.

En marzo nuestra hija Rut daba el paso al Noviciado en Iesu Communio. Después de algo más de un año como postulante comenzaba su iniciación a la vida consagrada. Una bendición de Dios, sin duda, para ella y para toda nuestra casa.

A primeros de mayo era la beatificación del Papa Juan Pablo II y nos embarcamos (nunca mejor dicho) en una aventura poco apta para nuestras edades para estar presentes en la Plaza de San Pedro en tan importante acontecimiento para la Iglesia. De nuevo un pequeño grupo de amigos en furgonetas de alquiler y ferry. Con la gozosa compañía del obispo de San Sebastián durante la travesía por el Mediterráneo. Fueron tres días de hacer kilómetros, sin apenas dormir, pero mereció la pena. Un grandísimo regalo de Dios, poder vivirlo en directo y en comunión con toda la Iglesia.

En agosto volvimos a viajar a Medjugorje, de este viaje ya os he contado bastantes cosas en otros post. Y a la vuelta, la JMJ. El Papa venía a casa. ¡Cuánto bien ha hecho esta JMJ! Tuvimos el privilegio de ser voluntarios, perdiendo tiempo, horas de sueño y hasta algún dinerillo por el buen fin de este evento. Fué mucho más lo que recibimos que lo que perdimos.

En Octubre, de nuevo a Roma. Esta vez para acompañar a la Madre Verónica al Vaticano. Un viaje relámpago en el que compartir mucho con otros padres y familiares de las Hermanas. Toda una dicha de comunión eclesial, de comunión en Jesús.

Y entretanto, miles de bendiciones, siempre a través de la Iglesia. Y es en la Iglesia donde crecemos, afirmando nuestra fe sobre la roca que es Cristo. Porque este año nos ha enseñado la grandeza de esa Iglesia, con sus múltiples carismas, que está viva, que el Espíritu Santo sigue soplando fuerte en medio de ella. Que la mano del Creador no se ha secado y su corazón sigue irradiando Amor sin parar, que cada vez que caemos su Hijo está dispuesto a derramar hasta la última gota de su sangre para levantarnos. Y todo GRATIS, sin merecerlo.

Desde luego que ha sido un año muy feliz, estoy convencido de que el próximo será mucho mejor, porque Dios es fiel y "no abandona la obra de su mano" hasta "terminar lo comenzado".

Por eso también os deseo un ¡FELIZ AÑO NUEVO!

Que Dios os bendiga y la Virgen os abrace.

miércoles, 28 de diciembre de 2011

YO SOY POVEDA



Hoy es el día de los Santos Inocentes. Esta mañana, a las 9,00 h. la policía ha detenido de forma violenta a un inocente que quiere ser santo.

El motivo no es otro que ejercer su derecho a la libertad de manifestación y de expresión. Lo que molesta es que en ese ejercicio pone de manifiesto su ideario cristiano, católico para más señas, en defensa de la Vida, de la Vida humana desde el momento de la concepción hasta el de la muerte natural.

Este inocente tiene la desgracia de no ser cualquier "perroflauta", ni indignado, ni cualquier otra especie de cantamañanas. Es Médico-Terapeuta de reconocido prestigio. Ejerce como profesor en la Universidad Autónoma de Madrid, en la Facultad de Medicina y más concretamente en el Departamento de Psiquiatría.
También es presidente de la Fundación Vida (ver enlace) y promotor de Los Rescatadores.

Además es autor y coautor de varios libros, entre ellos "Con la Vida en los talones".
Su nombre es D. Jesús Poveda de Agustín, el Doctor Poveda. Tenemos varios amigos comunes y recientemente hemos coincidido varias veces. No he tenido el placer de hablar nunca con él personalmente, pero sé que su mayor deseo es la santidad. Hoy no he podido acudir al lugar en el que ha sido detenido por motivos laborales, pero estaba allí en comunión con él y el resto de personas que allí estaban.

Os pongo el vídeo en el que se aprecia claramente la desmesurada actuación policial, sobre todo si comparamos con las imágenes que hemos visto este año de otros manifestados. Un policía le agarra de la capucha y otro le zancadillea para tirarle al suelo mientras dicen: "engrilleta, engrilleta".
Siento que una parte de mí está "engrilletada" contra esa acera, por eso digo que:
YO SOY POVEDA
La noticia aparece publicada hoy en la edición digital de La Gaceta (ver noticia).

jueves, 22 de diciembre de 2011

¡¡¡FELIZ NAVIDAD!!!

Este post es para desearos a todos FELIZ NAVIDAD.
La imagen corresponde a la tarjeta con la que nos ha felicitado nuestra hija Rut.
Representa las manos del Padre, en las que nace el Hijo, de la Virgen María.
Hay muchos detalles en la imagen que me encantan. En primer lugar el texto: "En comunión, hágase tu voluntad". Es ahí donde es posible hacer la voluntad del Padre, en comunión, en la comunión de Jesús, en la comunión en Jesús. Porque la voluntad de Dios es que "todos seamos uno".
El color azul de toda la tarjeta es el color de María. También es el color que domina el hábito de las Iesu Communio, como el cielo.
María da a luz a su Hijo en las manos del Padre y toda la luz viene del niño.
Solamente San José aparece con los pies en el suelo, apoyado en las manos del Padre, custodiando la entrada, mirando al Hijo y con la mano apoyada en su pecho.
Pero lo que más me gusta es el texto que, por detrás, nos escribe nuestra hija. A continuación os pongo algunas ideas sacadas del mismo:

Nosotros también somos parte de esta imagen, pues estamos en sus manos y Él quiere nacer en nosotros, en realidad ya está naciendo. El momento es un "ya sí, pero todavía no". Está en las entrañas de la Virgen y, a la vez, aún está por nacer.
Al igual que a cada uno de nosotros, Él nos quiere "habitados", no vacíos.

Mi deseo para todos vosotros es que dejemos que Jesús venga a nosotros, en nuestro ser, en nuestras particulares debilidades, en nuestra manera de pensar, de querer, de sentir, de escuchar, de mirar, de acoger, de hacer las cosas.
Es ahí donde Él quiere nacer...

martes, 13 de diciembre de 2011

Estad siempre alegres

El pasado domingo celebramos el domingo "GAUDETE". Este domingo se llama así por la primera palabra del introito de la misa "GAUDETE", es decir: ALEGRAOS.

Toda la liturgia de la Palabra del pasado domingo nos habla de la cercanía ya de la venida del Señor. Este es el motivo por el que se nos invita a la alegría. Sobre todo la segunda lectura de la 1ª Epístola a los Tesalonicenses lo decía de manera muy explícita: "Estad siempre alegres".

Ante este imperativo del apóstol de los gentiles ¿cuál es nuestra respuesta? Desde luego que no es la obediencia ciega a tal mandato y para constatarlo sólo hace falta mirarnos en el espejo, para no señalar a nadie.

¡Qué difícil es lo que manda San Pablo! "siempre alegres". Pero... ¿siempre, siempre? Dicen los santos que un cristiano triste es un triste cristiano. A todos nos resulta fácil exponer los motivos y las causas de nuestra tristeza, algunos muy fundamentados. Es complicado estar siempre alegres si sólo nos miramos a nosotros mismos y nuestros problemas y dificultades. Apoyados sólo en nuestras fuerzas podemos muy poco o casi nada.

La carta a los Tesalonicenses nos da una primera ayuda, imprescindible: Sed constantes en orar. Y ¿cómo se mide esa constancia en la oración? Para ello he acudido al diccionario que, a falta de otra iluminación, suele dar buenas respuestas. La definición hace relación a la perseverancia y también habla de una duración permanente y de mantener la gracia hasta el final. Y si perseveramos en la oración ¿desaparecen esos problemas y las dificultades que nos llevan a la tristeza? Pues, posiblemente no; pero se ven desde otra perspectiva distinta porque el trato directo con el Padre te enseña que todo está bien hecho aunque no esté  hecho como a ti te gustaría. Que nada ocurre por casualidad y que Dios hasta de un mal aparente puede sacar un bien. ¿Cuánto tiempo debemos orar? constantemente nos dice San Pablo.

La segunda ayuda que nos da el apóstol es: En toda ocasión tened la Acción de Gracias. Esta es la definición de la Eucaristía: Acción de Gracias. No es suficiente con la oración, es necesaria también la Eucaristía. ¿Con qué frecuencia? pues San Pablo lo dice también muy claro: en toda ocasión. Porque es imposible que la presencia real de Él dentro de nosotros no nos transforme por completo. Si realmente creemos esto y lo practicamos resulta más fácil la alegría.

Ésta es la voluntad de Dios en Cristo Jesús para cada uno de vosotros. No se acaban aquí las facilidades que el Señor nos da para llegar a esa alegría. También nos ha dejado a una mediadora extraordinaria que es nuestra Madre, la Virgen María. De ella decimos en las letanías lauretanas del Santo Rosario que es causa de nuestra alegría.
Que ella nos ayude a perseverar en la oración y acudir a la Eucaristía en toda ocasión.

viernes, 2 de diciembre de 2011

Las respuestas de Dios.

¿Por qué Dios no nos concede las cosas buenas que le pedimos?
Seguramente que os habéis planteado alguna vez esta pregunta y habréis tenido respuestas de todo tipo:

  • porque no nos conviene.
  • porque realmente no es tan bueno como pensamos.
  • porque Dios no es el genio de la lámpara maravillosa.
  • porque no lo pedimos con fe.
  • porque no lo pedimos lo suficiente.
  • etc.
Hace poco he escuchado la siguiente respuesta a esta pregunta: Dios nunca dice no a nada. Cuando le pedimos algo sólo tiene tres respuestas:

  • Si.
  • Todavía no.
  • Tengo algo mejor para ti.
A mí, personalmente, me gusta esta respuesta. Tal vez deberíamos tener la inocencia de los niños al pedir...