martes, 20 de septiembre de 2011

"La humildad no se enfada ni enfada a nadie"

Revolviendo entre los libros que tenemos por casa me he encontrado con "Las sentencias de los Padres del desierto", un estupendo libro que os recomiendo leer aunque creo que está agotado. Hace bastantes años que lo leí y me ayudó bastante. Tiene al final un índice temático y un resumen de apotegmas bastante interesante. El título de este post es uno de esos apotegmas resumidos.
El capítulo XV de este libro se titula "de la humildad". He vuelto a leerlo entero.
Llevo un tiempo dándole vueltas a este tema de la HUMILDAD. De ella nacen todas las virtudes y sin ella nada es posible. Como muestra de esto os escribo el apotegma 3 de este capítulo:
Decía el abad Antonio: "He visto tendidos sobre la tierra todos los lazos del enemigo, y gimiendo he dicho: ¿Quién podrá escapar de todos ellos?. Y oí una voz que respondía: La humildad".

 En otro de los apotegmas, uno de los monjes tiene la misma pregunta que habrás tenido tú, querido lector, en este momento: ¿Qué es la humildad? Pues te indico la respuesta que uno de los ancianos dio a quien le preguntaba (apotegma 82 de este capítulo XV):
"La humildad es algo muy grande, divino. El camino de la humildad es éste: entregarse a la penitencia corporal, reconocerse pecador y someterse a todos". Y un hermano preguntó: "¿Qué es someterse a todos?" Y contestó el anciano: "No fijarse en los pecados de los demás, sino considerar siempre los propios y rogar continuamente a Dios"

1 comentario:

  1. habría que dar a conocer más estos preciosos y profundos textos. Yo siempre que los leo, experimento una gran fuerza y serenidad interior.
    Abrazos

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