sábado, 28 de abril de 2012

XLIX Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones

Mañana, domingo IV del tiempo Pascual, día 29 de mayo de 2012, celebramos la Jornada Mundial de Oración por las Vocaciones. Con este motivo el Papa Benedicto XVI ha publicado un mensaje que os invito a leer.
También la Conferencia Episcopal Española ha publicado en su página web material de ayuda para la celebración de esta jornada.


martes, 24 de abril de 2012

El paso del tiempo

El mes pasado nos caducó el carnet de familia numerosa y hemos tenido que volver a hacer algunos trámites para su renovación. Como el número de miembros de la familia que vivimos en casa ha variado, tuvimos que hacernos una nueva fotografía. Hoy hemos recogido el nuevo título de familia numerosa. Os adjunto las dos imágenes:
 Entre ambas imágenes han transcurrido once años. El paso del tiempo se nota en unos más que en otros. Pero no es de esto de lo que  quiero hablaros, sino del paso del Señor por medio de nuestras vidas durante todo ese tiempo, que creo que es mucho más interesante.
Ha sido un tiempo, sin duda, lleno de bendiciones.
La familia no ha crecido más porque Dios así lo ha querido. Algún pequeño nos contemplará desde el cielo, sin duda.
Las niñas ya no son niñas, todas ellas son ya mujeres. Una de ellas ya no vive en nuestra casa, como bien sabéis los más asiduos del blog. Otras dejarán el hogar pronto para formar su propia familia, pero en ningún caso dejarán de pertenecer a ésta. De hecho, la familia no va disminuyendo, sino que va aumentando. Creo que ya os he hablado de "mis hijas de Iesu Communio".
Todas nuestras hijas, a día de hoy, están dentro de la Iglesia. Esta es una petición especial que hicimos en cierta ocasión a la Virgen María y ella se ha encargado de cuidar de que así sea.
Nuestro matrimonio sigue siendo una fuente de vida para los dos. Un manantial de donación mutua en el que cada día se hace carne Jesucristo para reconstruir todo lo que nuestra torpeza destruye.
Nuestra casa sigue siendo una casa de oración en la que se bendice al Señor cada día.
Cuando he visto estas dos fotos, me he acordado de muchas cosas, las imágenes me han refrescado la memoria y lo primero que me ha venido a la boca ha sido un ¡Gracias, Señor! Lo digo con la certeza que me da el saber que todo es obra suya, que nada ha sido mérito mío, que yo no soy digno de tanto bien como Él me regala cada día.
Hoy me siento feliz al contemplar estas imágenes y ver en ellas la obra de Dios en medio de nuestro matrimonio, de nuestras hijas, de nuestra familia. ¡Merece la pena apostar por el Señor! Él siempre es fiel y no abandona nunca la obra de sus manos, como dice el Salmo.
No pretendo con este post ser ejemplo de nada, solamente quería comunicar la alegría que siento.

lunes, 16 de abril de 2012

"Haz de mí lo que quieras"


Como culminación a la Octava de Pascua decidimos pasar el día en La Aguilera. No ceso de dar gracias a Dios por el don tan grande que ha sido para mí y para toda nuestra familia el haber conocido esta casa y a cada una de sus Hermanas.
Ayer terminamos la jornada celebrando la Eucaristía con ellas. Llegamos al oratorio antes de que comenzara la Misa y todavía estaba expuesto el Santísimo. Pudimos orar un rato, de rodillas ante Él. Sólo en medio de la compañía de estas mujeres sentí, de nuevo, el amor inmenso de Dios que no me abandona, que ha resucitado y se ha quedado en los sacramentos, pero sobre todo, en la Eucaristía.
Para hacer la reserva entonaron un canto que me emociona profundamente, es el mismo canto que hicieron en el momento de la entrada de mi hija en el Convento. La música no la puedo reproducir, pero sí el texto:

Padre, me pongo en tus manos, 
haz de mí lo que quieras, 
sea lo que sea, te doy las gracias.

Estoy dispuesto a todo, 
lo acepto todo, 
con tal que tu voluntad se cumpla en mí, 
y en todas tus criaturas.
No deseo nada más, Padre.

Te confío mi alma, 
te la doy con todo el amor 
de que soy capaz, 
porque te amo.

Y necesito darme, 
ponerme en tus manos sin medida, 
con una infinita confianza, 
porque Tú eres mi Padre.
Charles de Foucauld