sábado, 4 de junio de 2011

Rafa Nadal

A los lectores habituales de este blog os sorprenderá que hable hoy de Rafa Nadal. ¿Cómo es que se cuela la temática deportiva en este lugar? El motivo es el partido de ayer de semifinales de Roland Garros que enfrentaba a Rafa Nadal con el británico Andy Murray.
No pude ver el partido al completo pero sí el primer set completo y gran parte del segundo. Hubo varios momentos en los que Rafa consiguió que me hiciera más seguidor suyo, si cabe, de lo que ya era.
Imaginemos que en un partido de fútbol el delantero estrella cae en el área contraria y el árbitro señala penalty. Imaginemos que dicho delantero se levanta y rectifica al árbitro diciéndole que no es penalty, que se ha caído sin que nadie le tocara. Imaginemos a un famoso delantero dirigiéndose al árbitro para que anule el gol que acaba de marcar con la mano. Imaginemos... Imaginemos porque es muy difícil que en el fútbol podamos contemplar cualquiera de esas escenas.
Sin embargo el tenis todavía guarda algo de enfrentamiento entre caballeros, de duelo en el que los que se baten tienen que cumplir una serie de reglas, entre ellas, la deportividad.
Ayer Rafa Nadal rectificó varias veces las decisiones de los jueces para darle puntos a su rival. Varias bolas que el juez de línea señaló fuera, Rafa las corrigió como buenas. Veía el partido con una de mis hijas que preguntaba ¡¡¡¿Pero qué hace?!!! Y es cierto, ¿Pero qué hace? ¿Qué hace reconociendo que su rival lo ha hecho bien? Si el árbitro se ha equivocado, pues mejor para ti, cállate y aprovéchate. Esto es lo que se nos dice cada día en todas partes. Se ha vuelto loco. Hoy los periódicos han hablado de la gran victoria de Rafa, pero no he leído ni he visto en televisión estos detalles (fueron varios en el partido). Quizás no sea importante ni venda más periódicos o consiga más cuota de pantalla pero a mí me emocionó.
Me gusta nadar contracorriente y creo que ayer Rafa Nadal dio una lección de esto, de deportividad, de que el deporte es divertirse y hacer que el público se divierta haciéndolo lo mejor que sabes y si tu rival lo hace bien pues lo reconoces y sigues jugando.
No sé si Rafa Nadal ganará la final de mañana o no. Espero que nos divirtamos con el juego. A mí me tiene animándole quizás un poco más.
¡¡¡VAMOS!!!

No hay comentarios:

Publicar un comentario