¿Qué tal habéis pasado la noche? Nosotros hemos pasado nuestra primera noche de peregrinación acampados en los jardines del convento de la Fraternidad de Hermanas Clarisas de Vilobí d'Onyar en la provincia de Gerona. Si clicáis sobre el nombre os enlazo a su página web.
La hospitalidad de las hermanas nos ha sorprendido a todos. Nos habían preparado un arroz tres delicias y unas salchichas para cenar. También a ellas las desbordaron las previsiones. Habíamos quedado en que seríamos unas 150 personas y, a última hora, avisamos que llegábamos casi doscientas. Corrieron a comprar más "menaje" para poder darnos de cenar a todos. La cena era austera, pero estaba preparada con ese ingrediente que no incluyen en los mejores restaurantes: el AMOR. Se volcaron con nosotros, nos prepararon también un desayuno que nos supo a gloria.
En la parte organizativa de esta visita he de deciros que sólo se les había pedido un sitio donde plantar las tiendas y la posibilidad de usar baños y duchas. Era lo que se les había pedido, pero ellas no se conformaron con ofrecernos sus jardines como territorio de acampada y sus baños y duchas, limpísimos y con todo lo necesario; para ellas no era suficiente porque no saben darse "a medias". Tienen pocos recursos, pero comparten todo lo que tienen y corren a buscar medios para hacerlo lo más digno posible.
Como era domingo, la mejor forma de agradecérselo ha sido celebrar la Eucaristía, que es eso: una acción de gracias, en un pequeño bosque de pinos que tienen en su finca. Ha presidido el padre Jesús.
Hemos descansado y repuesto energías, tanto física como espiritualmente porque el día va a ser muy largo ya que tenemos que cruzar todo el sur de Francia para llegar a Albenga (Italia).
Lo dicho: ¡¡¡GRACIAS, HERMANAS CLARISAS DE VILOBÍ D'ONYAR!!! Que Dios os bendiga y la Virgen os abrace.
La hospitalidad de las hermanas nos ha sorprendido a todos. Nos habían preparado un arroz tres delicias y unas salchichas para cenar. También a ellas las desbordaron las previsiones. Habíamos quedado en que seríamos unas 150 personas y, a última hora, avisamos que llegábamos casi doscientas. Corrieron a comprar más "menaje" para poder darnos de cenar a todos. La cena era austera, pero estaba preparada con ese ingrediente que no incluyen en los mejores restaurantes: el AMOR. Se volcaron con nosotros, nos prepararon también un desayuno que nos supo a gloria.
En la parte organizativa de esta visita he de deciros que sólo se les había pedido un sitio donde plantar las tiendas y la posibilidad de usar baños y duchas. Era lo que se les había pedido, pero ellas no se conformaron con ofrecernos sus jardines como territorio de acampada y sus baños y duchas, limpísimos y con todo lo necesario; para ellas no era suficiente porque no saben darse "a medias". Tienen pocos recursos, pero comparten todo lo que tienen y corren a buscar medios para hacerlo lo más digno posible.
Como era domingo, la mejor forma de agradecérselo ha sido celebrar la Eucaristía, que es eso: una acción de gracias, en un pequeño bosque de pinos que tienen en su finca. Ha presidido el padre Jesús.
Hemos descansado y repuesto energías, tanto física como espiritualmente porque el día va a ser muy largo ya que tenemos que cruzar todo el sur de Francia para llegar a Albenga (Italia).
Lo dicho: ¡¡¡GRACIAS, HERMANAS CLARISAS DE VILOBÍ D'ONYAR!!! Que Dios os bendiga y la Virgen os abrace.
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