El próximo domingo, 3 de junio, solemnidad de la Santísima Trinidad, celebramos también la Jornada pro Orantibus.
Es un día para valorar y agradecer la vida entregada de los monjes y monjas, que se consagran por completo a Dios mediante la oración, el trabajo, la penitencia y el silencio. Todos debemos orar al Señor por esta vocación tan necesaria y especial y contribuir a despertar el interés vocacional por la vida consagrada contemplativa.
Este año se ha elegido como lema de la jornada el versículo sexto del salmo 34:
Contempladlo y quedaréis radiantes.
La contemplación llena de belleza a los que oran e inunda de hermosura el ambiente que envuelve al que ora.
Bajo el texto del salmo aparece también la frase: "La contemplación, luz de la Nueva Evangelización".
Los objetivos de esta jornada son tres:
- Orar a favor de los consagrados y consagradas en la vida contemplativa, como expresión de reconocimiento, estima y gratitud por lo que representan, y el rico patrimonio espiritual de sus institutos en la Iglesia.
- Dar a conocer la vocación específicamente contemplativa, tan actual y tan necesaria en la Iglesia y para el mundo.
- Promover iniciativas pastorales dirigidas a incentivar la vida de oración y la dimensión contemplativa en las Iglesias particulares, dando ocasión a los fieles, donde sea posible, para que participen en las celebraciones litúrgicas de algún monasterio, salvaguardando en todo caso, las debidas exigencias y las leyes de la clausura.
Si tenéis la oportunidad os enlazo a la página que la Conferencia Episcopal Española ha preparado para la Jornada de este año. Allí podéis encontrar material que os ayudará a reflexionar sobre la importancia de la Vida Consagrada. También hay algunos testimonios muy interesantes.
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