Hoy os propongo ver otro vídeo. El vídeo de hoy debería haberlo publicado antes del anterior, pero no he tenido acceso a él hasta hoy.
El orden debería haber sido otro, seguro, porque este vídeo que os presento hoy es el origen del vídeo que visteis el otro día. Para llegar a esa gran familia es necesario que haya un matrimonio, un matrimonio que haya decidido serlo libremente y que, libremente, se haya fiado de que Dios, su Padre, nunca falla. Esto no se aprende de pronto, sino que se va edificando poco a poco, durante el noviazgo. Poniendo en práctica todo lo que la familia, con la ayuda de la Iglesia, te ha transmitido desde la infancia.
También podría verse que el orden de los vídeos es el correcto y ver éste como una consecuencia del vídeo anterior, que también lo es.
Sea como sea, os invito a verlo en la situación en la que os encontréis: Si estáis enamorados, perfecto; os puede ayudar a tomar una decisión. Si ya estáis casados, perfecto; recordaréis muchas cosas y aprenderéis algunas. Si ya tenéis hijos mayores a los que tratáis de transmitir la fe y parece que no sirve de nada, perfecto; veréis que la semilla siempre acaba germinando. Y si no estáis enamorados, ¿A qué esperáis? Dejaos seducir por alguien o por Alguien.
Conozco a José Ramón y Pilar desde hace unos años. Hemos compartido algún tiempo la fe en la misma Comunidad Neocatecumenal. Les he visto enamorados, casados y padres. También les he visto sufrir por la pérdida de un hijo, pero nunca les he visto dudar de una cosa: Dios nos ama.
Os dejo con ellos. Gracias José Ramón, Pilar e Inma. Que Dios os bendiga y la Virgen os abrace.
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